barriles-tierra-camino-pasto-árboles
Foto: Carola Cinto
Foto: Carola Cinto

30 experiencias imperdibles en Mendoza

Desde novedosas bodegas y restaurantes hasta experiencias en la naturaleza, todos los rincones que no te podés perder en tu visita a Mendoza.

Carola Cinto
Publicidad

Mendoza es un destino para recorrer varias veces, incluso en diferentes estaciones del año. Es el lugar ideal para los aventureros, para los amantes del vino y para los que quieren organizar una divertida despedida de soltero.

¿Es tu primera vez en Mendoza? Sin dudas esta lista va a tener algún recomendado que te atraiga o genere curiosidad. ¿Ya visitaste la provincia alguna vez? Estamos seguros que en esta nota vas a encontrar alguna perlita que podés incluir en tu próximo itinerario.

1. Tomar un vermut en la vereda de La Central Vermutería

La Central queda en una esquina donde las veredas parecen mucho más anchas y se ocupan con mesitas y sillas de cantina escolar. Se trata de un lugar ideal para probar platitos y compartir. Vas a encontrar combinaciones innovadoras y maridajes que quizás no sabías que podían quedar bien, como berenjenas con chimichurri o ceviche de tomates. La carta de vermut ocupa una página entera y se sirve con sifón de soda en la mesa.

Una perlita: hacé la prueba de pedirle a quien te atienda que te recomiende un trago de la carta, seguro no le erra.


Dónde: Av. Bartolomé Mitre 794.

2. Vivir un día de campo en Estancia San Ignacio

Un día que no visitás una bodega en Mendoza no es un día perdido. Si la idea es disfrutar de la naturaleza y el aire puro, la Estancia San Ignacio podría ser una buena opción. Está en la preCordillera, a unos 40 minutos de la ciudad. Se pueden hacer cabalgatas, trekking y circuitos de mountain bike. La visita corona con un asado de campo a la sombra de los árboles.

Dónde: Los Álamos, Colonia Papagayos s/n.

Publicidad

3. Visitar la mejor olivícola del mundo

Mendoza no solo tiene algunos de los mejores vinos del mundo, sino también los mejores aceites de oliva. Laur fue fundada en 1889 y elegida tres veces como la número uno por EVOO World Ranking. ¿Sabías que existen diferentes tipos de aceite de oliva? La visita guiada por Laur incluye degustación, recorrido por la fábrica y un viaje al pasado para conocer cómo se hacía este compañero infalible de ensaladas y otras preparaciones.

El dato: Laur también tiene una acetaia donde se hace el único aceto del hemisferio sur certificado por el consorcio de Módena.

Dónde: Videla Aranda 2850, Cruz de Piedra.

4. Salir de fiesta en La Finquita 1920

En los últimos años, Mendoza se transformó en el destino elegido para las despedidas de solteros y solteras, o para salir de fiesta. ¿Una bodega/garaje que se transforma en una fiesta? Así es La Finquita 1920. Sobre todo en verano o primavera, es sede de sunsets donde la protagonista es la música y los grupos de amigos. Es la combinación perfecta para los +30: buena música, tragos y una pista de baile al aire libre (¿te imaginás salir a bailar sin sufrir calor ni amontonamiento?).

Dónde: RP 89 s/n. Km 14, Los Árboles, Tunuyán.

Publicidad

5. Conocer la sala de barricas de bodega Salentein

Una buena forma de elegir qué bodega visitar en Mendoza es teniendo en cuenta las “perlitas” que esconden. La sala de barricas de la bodega Salentein es, sin dudas, un motivo suficiente para dedicarle unas horas. Es una habitación redonda rodeada de gradas con un piano en el centro. “¿Alguien sabe tocar?”, suele preguntar el guía en cada visita e improvisa un concierto. Según cuentan, las ondas del instrumento activan y mueven el vino que reposa en los barriles de madera.

Dónde: RP 89 s/n. Km 14, Los Árboles, Tunuyán. 

6. Pasar una tarde a orillas del Dique Potrerillos

Ir por la RN 7, atravesar el arco de piedra que une Cacheuta con el perilago, y encontrarse con el dique de fondo, es una de las postales más lindas que podés llevarte de Mendoza. Si bien no es una zona con muchos servicios turísticos, puede ser un lindo paseo para disfrutar de la naturaleza y de algunos mates con vistas panorámicas.

El dato: un imperdible en el camino es pasar por las Termas de Cacheuta.

Dónde: se llega por la RP 82, a unos 100 km de la ciudad de Mendoza.

Publicidad

7. Visitar la bodega Riccitelli Wines

Paisajes, buenos vinos, ambiente relajado y gastronomía diferente parecen motivos suficientes para visitar una bodega. Un camino de ripio conduce a una especie de chiringuito donde hay música, deco disruptiva y una biblioteca en donde los libros dan paso a los vinos. El menú sale directamente de la huerta que antecede al viñedo. Hay mucho espacio verde que espera ansioso a los que quieran dormir una siesta después del almuerzo.

Dónde: Callejón de La Reta 750, Luján de Cuyo.

8. Almorzar en Abrasado de bodega Los Toneles

Si de premios y reconocimientos se trata, este restaurante estuvo en varias listas entre los “mejores del mundo”. Recomendado por la Guía Michelín y por los Great Wine Capitals, tiene como plato estrella la carne madurada en seco, aunque su carta es amplia. Sus cortinas de techo a piso y sus sillas de respaldar alto le dan un aire elegante.

Una perlita: recorrer la bodega que data de 1922 que es Patrimonio Cultural de Mendoza.

Dónde: Av. de Acceso Este 1360, Guaymallén.

Publicidad

9. Comer en Ramos Generales, el restaurante de Francis Mallmann

Mendoza no solo es sinónimo de vinos, sino también de gastronomía. Este lugar es como entrar a un almacén antiguo, pero al aire libre y en un lugar rodeado de montañas. Hay mesas que descansan debajo de parras y lucecitas que le dan un toque especial. La carta cambia de color de acuerdo a la estación porque se nutre de los vegetales que pueden encontrarse en diferentes momentos del año. Hay menú de tres pasos y carta abierta.

Dónde: Germania 2004, Vistalba.

10. Conocer la que fue elegida como “Mejor bodega del mundo”

Es un lugar que hay que visitar alguna vez en la vida. Bodega Zuccardi, en Valle de Uco, es simplemente impactante: desde las vistas desde el estacionamiento de su cúpula de metal hasta su sala de degustaciones y el paisaje del Valle de Uco con el que podés almorzar en su restaurante. Elegida tres veces como la “Mejor bodega del mundo”, cada uno de sus espacios hacen sentir al visitante como en el Hollywood de los vinos.

Dónde: Cosca Canal Uco s/n, Paraje Altamira, San Carlos.

Publicidad

11. Visitar la sala de aromas de la bodega Belasco de Baquedano

Si hablamos del destino de “lo mejor del mundo” en términos de vinos, no podemos excluir a la mayor sala de aromas del planeta. Es la gran joyita de este lugar y lo que hace que quizás, una visita más a una bodega, valga la pena. Se trata de una sala rodeada de 46 cajas de acrílico donde se “guardan” aromas que suelen asociarse a diferentes vinos. Jugar a adivinar de qué descriptor se trata es algo que sucede naturalmente con cada grupo.

Dónde: Cobos 8260, Agrelo, Luján de Cuyo.

12. Recorrer los chalets antiguos de la Avenida Emilio Civit

Todas las ciudades tienen una avenida que vale la pena visitar por su historia. Caminar por sus veredas anchas, detenerse en las fachadas que se asoman detrás de coquetos enrejados y llegar hasta el portal del Parque General San Martín es una linda manera de disfrutar de Mendoza. El Chalet Graffigna, con su cúpula; la Mansión Stoppel (hoy Museo Carlos Alonso) y la Casa Arenas, frente al parque, son algunas de las paradas obligadas.

Dónde: Av. Emilio Civit.

Publicidad

13. Hacer un paseo nocturno por la calle Arístides

La Thames porteña, la Achával Rodríguez cordobesa y la Arístides mendocina deben ser de las calles con más restaurantes y barcitos per cápita del país. Es la opción ideal para amantes de la cerveza artesanal, la buena gastronomía en un ambiente relajado o los que simplemente quieren caminar de noche y ver movimiento en la ciudad.

Dónde: Arístides Villanueva, Centro.

14. Tomar un cafecito en Patio Lorenza

Es una joyita escondida en pleno centro de la ciudad que guarda entre sus paredes un mercadito de artistas locales, un café y un patio colonial. La casona tiene más de 100 años y fue construida por un arquitecto español. Hay objetos de diseño mendocino para llevar de recuerdo, y ricos brunch para disfrutar a la sombra de los árboles.

Una perlita: las mayólicas españolas que decoran el patio.

Dónde: San Lorenzo 351, Centro.

Publicidad

15. Recorrer Plaza España

De las más de 80 plazas que hay en Mendoza esta es, sin dudas, la más linda. Ubicada en pleno centro de la ciudad, es famosa por sus mayólicas y hasta fue noticia en los medios por el “brillo” de sus baldosas. En el centro de la plaza hay un monumento que representa tanto al país europeo como a Argentina.

Un imperdible: hacer una parada en Ethiopía barista-bike, un cafecito de especialidad al paso que está en uno de los laterales de la plaza.

Dónde: San Lorenzo 127, Centro.

16. Probar los buñuelos de acelga de La Gloria

Se trata de un restaurante que, como su nombre lo dice, es “la gloria”. Las recetas son como viajar en el tiempo a la casa de cualquier abuela: tortilla de papa, milanesa gratinada, ñoquis de espinaca. El lugar, su deco y sus paredes con frases fotografiables le dan un toque moderno y cool. Tiene un mercadito con vinos, conservas y hasta objetos de cocina.

Una joyita: sus buñuelos de acelga (que no siempre están en la carta).

Dónde: Mitre 1541, Chacras de Coria.

Publicidad

17. Conocer el Puente del Inca

Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Monumento Natural y un antiguo hotel abandonado. Llama la atención por sus colores amarillentos y ocres que, según se conoce, son por los minerales del agua que lo rodea que está a unos 34 grados. En algún momento se podía cruzar, pero hoy solo se puede ver a unos metros de distancia. Alrededor viven algunas familias que ofrecen artesanías.

Una perlita: la RN 7 es un paseo imperdible desde la ciudad Capital hasta el Parque Provincial Aconcagua.

Dónde: sobre la RN7, a 193 km de Mendoza, Las Heras.

18. Pasar un día en la Reserva Natural Villavicencio

Prácticamente en cualquier kiosco del país podés encontrar esta postal de Mendoza estampada en botellitas de agua. En plena Precordillera de los Andes y con más de 60 mil hectáreas, es donde este paisaje se hace realidad. La reserva tiene varios senderos para caminar, visitas guiadas por el antiguo hotel (que actualmente no funciona como tal) y hasta un parque de aventuras.

Una recomendación: podés descargar la app  de la reserva y hacer todo el recorrido de forma autoguiada.

Dónde: RP 52, KM 51, Las Heras.

Publicidad

19. Pedalear y degustar vinos en una bici para grupos

Es una forma diferente y divertida de recorrer viñedos en Mendoza. Se trata de un especie de bus de asientos enfrentados donde cada pasajero tiene sus propios pedales. En el centro hay una especie de tablón donde se sirve una picadita para probar mientras andás. El recorrido para en varias bodegas donde se degustan algunos vinos. Es ideal para conocer gente. Se puede contratar con almuerzo al final del circuito.

Dónde: Para más información de circuitos en Wine Beetle +54 261 716-4839.

20. Comer en Azafrán, uno de los restaurantes premiados por Michelín

En pleno centro de la ciudad, a unos metros de Plaza Independencia, una estrella color rojo brilla desde hace algunos meses. Como los Reyes Magos persiguiendo la de Belén, miles de amantes de la gastronomía la siguen para comprobar si la rigurosidad de la Guía Michelín sigue intacta. La experiencia en Azafrán es solo una confirmación más. Sebastián Weigandt se luce en un menú de pasos donde predominan los sabores locales. Es un menú que entra por los ojos, pasa por la nariz y conquista por la boca.

Dónde: Sarmiento 765, Centro.

Publicidad

21. Hacer un paseo en bicitren

¿Pasear en bici y en tren al mismo tiempo? La pasión por el ferrocarril llevó a unos amigos a querer utilizar las vías que estaban en desuso. Así crearon esta forma de transporte que son bicis adaptadas con un chasis que se trasladan por donde antes giraban las ruedas de los vagones. Es un recorrido de 5 kilómetros por patios de bodegas y fincas de Chacras de Coria.

Dónde: Hipólito Yrigoyen 512, Maipú.

22. Vivir la experiencia Casa Vigil

¿Qué tienen en común el vino y la Divina Comedia? Quizás nada o quizás todo cuando se traspasa la puerta de vitrales que recibe a los visitantes en esta bodega de Maipú. Como un homenaje a un abuelo italiano que solía recitar versos de la obra de Dante Alighieri, este lugar te va a llevar en un viaje donde todo lo que veas no será lo que parece.

Un imperdible: su cava subterránea, o “el Infierno”.

Dónde: Videla Aranda 7008, Maipú.

Publicidad

23. Visitar el Parque General San Martín

Podríamos decir que es el Retiro mendocino por su extensión y la cantidad de atracciones que tiene en su interior. Es el parque más antiguo de la provincia y el más grande del continente. Una de sus perlitas son los enormes portones que están en la entrada, que se compraron en Glasgow y llegaron a Mendoza en ferrocarril. El Rosedal, el Cerro de la Gloria, la fuente de los Continentes, el Anfiteatro Frank Romero Day son algunos de sus atractivos.

Dónde: Av. Emilio Civit 731, Centro. 

24. Dormir sobre viñedos en Entre Cielos

Despertarte, abrir la ventana de tu habitación y tener a tus pies miles de hectáreas de viñedos debe estar entre una de las experiencias más exclusivas de Mendoza. Este hotel boutique tiene habitaciones con terrazas privadas “suspendidas” en el aire y un auténtico “hamam”, un tipo de spa turco con salas de vapor, salas de exfoliación y una “gobek tasi”, piedra caliente para acostarse y liberar toxinas. Fue reconocido con un “Óscar del turismo”.

Dónde: Guardia Vieja 1998, Vistalba, Luján de Cuyo.

Publicidad

25. Día de relax en las Termas de Cacheuta

Es un complejo de piletas termales con la Cordillera de los Andes de fondo. Tiene dos sectores: el parque termal y el hotel con spa. Nosotros te recomendamos el segundo si la idea es relajarte y esquivar los lugares superpoblados de gente.

Un dato: de las canillas de las habitaciones sale también agua termal. Tiene servicio todo incluido.

Dónde: RP 82, KM 38, Luján de Cuyo.

26. Conocer el Cañón del Atuel

Arrancar por la ruta e ir hacia el sur de Mendoza es el plan ideal para los amantes de la aventura. Paisajes imponentes y actividades acuáticas, como rafting o kayak en los rápidos del Atuel, pueden ser una buena idea para evitar viñedos y bodegas por un día. La ruta es un destino en sí mismo: te pasea por el Valle Grande y El Nihuil, dos postales únicas.

Dónde: está a 319 kilómetros al sur de Mendoza por la RP 173.

Publicidad

27. Conocer el castillo Chateau D’Ancón

Es una antigua casona oculta en el Valle de Uco que pertenece a una familia tradicional de Mendoza. Está conservada en perfecto estado y con sus materiales originales traídos de Europa. Funciona como hospedaje y ofrece actividades por el día como cabalgatas, catas de vino, travesías en 4x4 y almuerzos campestres con productos que salen de la misma estancia. Un detalle: todos los espacios del castillo son como salas de arte con tapices, obras y libros que vale la pena prestar atención. Solo reciben visitas con reserva previa.

Dónde: RP 89, KM 1-6, Tupungato.

28. Travesía al Valle de las Lágrimas

Desde que se estrenó “La Sociedad de la Nieve” en Netflix, muchos turistas son los que quieren acercarse hasta el lugar a dónde cayó el avión de los uruguayos. Desde Mendoza se puede hacer una cabalgata que dura unos 3 días y que implica dormir dos noches en un refugio de montaña. Son unas 3 horas a caballo diarias con guías especializados. El lugar conmemorativo está a unos 3.600 msnm y tiene una energía muy particular.

Dónde: hay varias empresas que lo hacen y suelen salir desde El Sosneado.

Publicidad

29. Ir de compras a Palmares Open Mall

Si bien las marcas que hay en este centro comercial no varían mucho del resto de los del país, la novedad está en que se trata de un shopping a cielo abierto. Entre palmeras y espacios verdes se asoman locales y más de 30 espacios gastronómicos que van desde comida rápida hasta restaurantes de primer nivel como Chachingo de Casa Vigil.

Dónde: Av. San Martín Sur, 2875, Godoy Cruz.

30. Tomar unos tragos en Gómez Rooftop

En el décimo piso de uno de los edificios más conocidos en Mendoza hay un espacio donde se combina la buena coctelería y vistas panorámicas de la ciudad. De arquitectura brutalista y Art Decó, su ambientación acompaña con una barra central, cortinas de terciopelo, arañas de cristales y poca luz. Un detalle: no tiene cartel en la puerta por lo que los visitantes tendrán que mostrar su reserva en el palier del edificio y subir por un ascensor hasta llegar a la terraza del lugar.

Dónde: Garibaldi 7, piso 10, Centro.

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad