1. Hotel del Casco
Atravesar los portones de hierro de este hotel es como retroceder un par de años y vivir en plena época dorada de alguna familia adinerada de Buenos Aires. Está emplazado en un palazzo neoclásico cuidadosamente restaurado y conservado. Son 20 habitaciones que están engalanadas con arañas de cristal y muebles antiguos. Ubicado a 20 kilómetros del centro porteño, es el sitio ideal para quienes buscan elegancia e intimidad, en un mismo lugar.
El dato: las habitaciones están decoradas siempre con flores frescas.
Dónde queda: Av. del Libertador 1642, San Isidro.