La pasión por la Copa América llega al Teatro Ciego

Teatro Ciego presenta “No hace falta verte, campeón”, durante junio y julio en la sede de Villa Crespo. Conversamos con Facundo Bogarín, director artístico de la compañía, acerca de los desafíos de esta original puesta.

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Los colores celeste y blanco invaden la ciudad; las imágenes de Lionel Messi y la redonda empapelan las paredes de Buenos Aires y las pantallas de los noticieros. Pero, ¿qué sucede si te proponen sumergirte en una vivencia en la que el fútbol no se puede ver, solo sentir?

Esta es la audaz apuesta de la compañía Teatro Ciego, que invita a los espectadores a una sumergirse en una experiencia inmersiva en total oscuridad, para potenciar los demás sentidos y así vivir la pasión del fútbol, a través de los ojos de alguien que nunca vió un partido.

¿Te animás a poner a prueba tus sentidos?

En la obra se van bordando (como la tercer estrella) relatos personales, anécdotas y extractos de documentales y radio, para narrar lo que significa la pasión por el fútbol y la figura de Messi en el sentir nacional. Un ritual compartido que resalta cada palabra, sonido y aroma.

Facundo es el director de la compañía y es fanático del fútbol. Quedó ciego en la adolescencia y se formó en diferentes disciplinas artísticas, para comenzar su carrera como bajista de bandas del under porteño, hasta llegar a dirigir el Teatro Ciego y actuar en la celebrada serie de Netflix, “División Palermo”.

¿Cómo fue tu formación artística, teniendo en cuenta que nunca pudiste ver?

Mi ceguera no incidió en mi formación porque la inicié siendo ciego, así que desde el comienzo de mi carrera siempre conté con las mismas herramientas. En algún momento se me complicó porque en las escuelas de teatro no me aceptaban por mi condición, pero por suerte llegué a lo de Raúl Serrano en donde me abrieron las puertas y pude iniciar mi camino.

¿Cómo encarás la dirección artística de un espectáculo pensado para videntes que deben entrar en un nuevo registro sensorial?

Para el espectador vidente, entrar a la sala de Teatro Ciego es muy impactante por la oscuridad absoluta que manejan nuestros espectáculos. Nuestro desafío es estimular el resto de los sentidos: todo lo que no se percibe a través de la vista  tiene que ingresar, a través de los otros sentidos. Trabajamos con un sistema de sonido envolvente con ingenieros que armar una puesta especial, con un laboratorio de perfumistas para que cada escena tenga su aroma particular y también, nos enfocamos en las sensaciones táctiles.

“Nuestro desafío es estimular el resto de los sentidos: todo lo que no se percibe a través de la vista  tiene que ingresar a través de los otros sentidos”

¿Cómo es vivir un partido de fútbol sin poder verlo?

Mi relación con el fútbol viene desde chico, nunca practiqué el deporte adaptado, pero transito la pasión y la emoción, sobre todo, cuando juega la Selección Argentina. Los partidos, en general, los sigo por la radio porque los relatores tienen que describir las jugadas con mucho más detalle, ya que sus oyentes no están viendo imágenes de lo que sucede.

Luego de tantos años montando obras en Teatro Ciego. ¿Qué devoluciones tenés del público?

Lo más se repite es el agradecimiento. La gente sale muy conmovida y creo que es porque cuando uno ingresa a la sala, la oscuridad se presenta como una adversidad. La oscuridad no tiene buena prensa y generalmente está vinculada con lo malo. Entonces, el público tiene que hacer un voto de confianza con el elenco y con el devenir de la obra el espectador se emociona, se ríe y tiene la posibilidad de revalorizar sus otros sentidos.

Funciones: Sábados a las 21hs.

Dónde: Teatro Ciego, sede Villa Crespo (Susini 2280)

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