1. Sudestada
Es uno de los sobrevivientes del primer Palermo. Nació a fines de los noventa, cuando la cocina del sudeste asiático era toda una novedad en Buenos Aires y se mantiene vigente. ¿Una de las tantas razones? Sus siempre competitivos precios. Al mediodía tienen un menú imbatible y por la noche, los precios no son mucho más altos. Recomendamos el pad thai, por supuesto, y especialmente los curries, el verde o el rojo, ideales para acompañar con un vino blanco o un tinto ligero.
El dato: ubicado en una esquina, luminoso y predominante en colores claros, fue uno de los primeros restaurantes de Buenos Aires diseñados por el talentoso Horacio Gallo.
Dónde: Guatemala 5602, Palermo.