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Foto: Hierro
Foto: Hierro

21 Restaurantes con mejor precio calidad de Buenos Aires

Una guía con opciones en 13 barrios porteños para comer muy bien y sin dejar la mitad del sueldo.

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A los porteños nos gusta salir a comer afuera. Es parte de nuestra cultura, de nuestra forma de socializar y de habitar la ciudad. Por eso hay tantos restaurantes, pizzerías y cafés para todos los presupuestos. Hoy salimos en busca de lugares que se destaquen especialmente por el buen equilibrio entre la calidad de sus platos y lo que cobran por ellos.

Ojo: buena relación precio-calidad no necesariamente quiere decir barato. Tiene más que ver con la sensación de haber pagado lo justo o, a veces, poco para lo que se recibió. Una sensación de equilibrio divino que es difícil de lograr, pero a la que muchos restaurantes apuestan para construir una clientela fija y local, no solo de turistas o de comensales eventuales. Ahí vamos…

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1. Sudestada

Es uno de los sobrevivientes del primer Palermo. Nació a fines de los noventa, cuando la cocina del sudeste asiático era toda una novedad en Buenos Aires y se mantiene vigente. ¿Una de las tantas razones? Sus siempre competitivos precios. Al mediodía tienen un menú imbatible y por la noche, los precios no son mucho más altos. Recomendamos el pad thai, por supuesto, y especialmente los curries, el verde o el rojo, ideales para acompañar con un vino blanco o un tinto ligero. 

El dato: ubicado en una esquina, luminoso y predominante en colores claros, fue uno de los primeros restaurantes de Buenos Aires diseñados por el talentoso Horacio Gallo

Dónde: Guatemala 5602, Palermo. 

2. Bao Kitchen

Otro restaurante asiático con excelente relación precio-calidad. Cocina taiwanesa elaborada por mujeres en un austero, pero prolijo local de Recoleta. Por alguna razón es mucho más popular entre los turistas, que entre los locales. Se puede comer bien por menos de 15 mil pesos por persona. El plato más famoso es el Lurou Fan, que consiste en un ragout de bondiola y panceta estofado sobre arroz, huevo y pickles de repollo, que se prepara con pasta de maní. Pero también nos gusta mucho el pollo mandarín, con una salsa de naranja natural y los curries. 

El dato: casi toda su materia prima es orgánica y tienen una oferta amplia para veganos y vegetarianos. 

Dónde: Pueyrredón 1790, Recoleta 

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3. Cantina Mandia

Abrió en 2023, con una propuesta que homenajea la herencia italo-española de muchos porteños: platos de bodegón bien ejecutados y a buenos precios. El local es angosto y luminoso, con una fachada de toldo a rayas y un pequeño patio en el fondo. El espacio está aprovechado al máximo. 

La sugerencia es pedir alguna de las raciones del mostrador, como la caponata o los porotos, muy abundantes, y luego pasar a los principales: hay alitas de pollo a la calabresa con papas fritas, una muy buena milanesa de pollo y matambrito de cerdo al limón. Lo mejor: las pastas caseras, como los fusilli al fierrito, que se pueden acompañar con distintas salsas (filetto, scarparo, pesto y putanesca). 

El dato: las mesas son algo incómodas, una contra de este lugar.

Dónde: Zapiola 1218, Colegiales 

4. Café San Juan

Es el primer restaurante que abrió Lelé Cristóbal en San Telmo, hace más de dos décadas, y uno de los que mejor performa en relación precio-calidad. No cobran cubierto, pero ni bien te sentás te acercan pan y un cuenco con ricas aceitunas. El vermú está a la mitad de precio que en la mayoría de los bares y en la cocina también afinan el lápiz. Una buena opción es compartir algunas tapas, como la de paté de conejo y confitura de ciruelas o la de tortilla de papas con berenjenas. Entre los principales nuestra recomendación son los canelones de molleja (otra de las vedettes es el rabo). 

El dato: el servicio es impecable, con un staff de mozos entrenados y atentos. 

Dónde: San Juan 450, San Telmo 

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5. Mon Poulet

Después de muchos años más cerca de la TV que de los restaurantes, el francés Christophe Krywonis reincidió con Mon Poulet (“Mi pollito”, en criollo), en el barrio de Las Cañitas. Inauguró este año, con una dinámica de fast food de calidad -lo que algunos llamaban fast good- y precios muy buenos. La vedette son los pollitos al spiedo, preparados en un horno hecho a medida y que son criados por Granja Tres Arroyos en Santa Fe. Vienen con salsas varias y con una muy buenas papas fritas y con guarniciones a elección, como los excelentes tomates provenzal. También se pueden pedir en sándwich con un pan tipo figacita y yogurnesa.

El dato: hay que dejar lugar en el estómago para probar la tarta tatin.

Dónde: Federico Lacroze 1724, Las Cañitas 

6. Fico

Fue una de las aperturas más esperadas y, por suerte, no se aprovecharon de este detalle para delirar con los precios. Fico es el proyecto personal del cocinero Martín Sclippa y la pastelera Estefi Maiorana (ambos vienen de trabajar durante muchos años con Narda Lepes), un bistró que flechó a los que están un poco cansados de las propuestas de platitos. Está en Villa Crespo, en la zona de talleres y gomerías. Mucha técnica y oficio al servicio de platos clásicos porteños.

El dato: no dejar de pedir el pollo al champiñón. 

Dónde: Muñecas 775.

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7. Shan Dong Fan Dian

Más conocido como “el chino de Vera”, es uno de los spots favoritos de la comunidad gastro vernácula. Un festín de auténtica cocina china y buenos precios, que regentea una familia que llegó de la región de Shandong, hace al menos veinte años. Las mesas tienen manteles de plástico, las sillas no son cool y la decoración es nula, pero aquí lo que importa es la comida. 

El dato: nuestros recomendados son las chauchas picantes, los dumplings de cerdo fritos, la sopa agripicante con tofu y el Yu Xiang Rou Si. ¿Qué es? Es un plato compuesto de cerdo en tiras salteado con ajos, verduras, salsa picante y agridulce, para acompañar con arroz. 

Dónde: Vera 468, Villa Crespo 

8. Nani

La cocina armenia es muy sólida en Buenos Aires. Hay muchos restaurantes y, en general, se caracterizan por ser accesibles (no es casualidad que en Sarkis haya siempre fila). La relación entre lo que se paga y lo que se recibe a cambio suele sentirse siempre superavitaria para el comensal. Nani, comandado por la cocinera Natalia Demirdjian, es un gran ejemplo de ello. En un amplio salón de techos altos, sirven platos sustanciosos, en sabor y en tamaño (muchas recetas son de la madre de Natalia). 

El dato: nuestros platos favoritos son el sarma caliente (carne y arroz con especias envueltos en hojas de parra), los lehmeyun y el baklava de pistachos. 

Dónde: Gurruchaga 1088, Villa Crespo 

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9. Isla Flotante

En lo que alguna vez fue un bodegón familiar, tres amigos abrieron una propuesta descontracturada, con menos platos, mejor vino y una onda más joven. Sin embargo, hay un hilo entre los dos lugares: la especialidad en sándwiches. La zona es el Villa Crespo todavía emergente, más cerca de los talleres que de los outlets. Hay que probar las empanadas de osobuco, el sándwich de tortilla de papas, el de pastrón, la suprema maryland y, entre los postres, por supuesto la Isla que flota. 

El dato: se puede comer bien por menos de $15 mil pesos. 

Dónde: Dr. Luis Belaustegui 396, Villa Crespo

10. Alfonso

Nos encanta Alfonso. Es una de las perlitas escondidas en el Microcentro, entre diagonales, maravillas arquitectónicas, manifestaciones y oficinistas. Ambientado estilo art deco, es pequeño y bello, con un par de mesas, una barra y una colorimetría que incluye el verde inglés y el rosa coral. Hay algunos platitos (hummus, porotos escabechados, hongos confitados con puré de coliflor), pero la especialidad es la parrilla, controlada por su dueño, Federico Frutos (al frente también de De los frutos y Estudio Te). 

El dato: chistorra con pera y almíbar y churrasco de bife de chorizo con ensalada del día y papas fritas son algunas de las opciones del mediodía, cuando tiene precios más competitivos. 

Dónde: Belgrano 782, Centro.

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11. MN Santa Ines

Jazmín Marturet es otra de las cocineras que se afana en hacer costos para que su restaurante no se perciba como caro. Y que, por el contrario, invite a ir y a volver: a convertirse en habitué. Solo abre mediodías y los fines de semana suele recibir más de 150 comensales, con mesas colmadas de familias o de grupos de amigos. La carta es breve, pero cambia seguido: si hay pastas “a por ellas”, son caseras y excelentes. 

El dato: la carta incluye también varios platos inspirados en su obsesión por Tailandia, México, Cuba, Brasil y otras geografías del mundo. Desde un curry thai de búfalo con arroz jazmín (Gaeng Ohm Nua) a un guisado de okras y bondiola (quimbombó). 

Dónde: Ávalos 360, Paternal.

12. La Alacena Pastificio & Salumeria

El segundo local de la cocinera Julieta Oriolo y su socia Nani Bauzá, abierto en 2022, definitivamente brilla en esta categoría. Es una de las mejores opciones de Palermo para comer bien y a buen precio. De lunes a viernes al mediodía ofrecen plato y bebida, ¡por menos de 10 mil pesos ! Y los sándwiches, como el de mortadella y stracciatella, o el de N’duja, pecorino y albahaca, están por debajo de los $5000. Imbatible. Entre otras pastas, ofrecen cannelloni al ragú blanco gratinado, rigatoni al’amatriciana y estofado con la salciccia.  

El dato: el  brunch italiano, súper completo, cuesta $15.000.

Dónde:  José A. Cabrera 4002.

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13. Aurelia

La cocina mexicana destaca por la potencia de sus sabores y de sus tradiciones milenarias. Lamentablemente, en Buenos Aires no hay tantas opciones que puedan calificarse como auténticas. Una de las mejores, tanto en calidad como en precio, es esta cantina comandada por los ex cocineros de Ulua; Antonio Bautista, Jesús Cabrera y el sommelier Freddy Morales, los tres oriundos de Veracruz. Hay tacos de birria, de chicharrón, de cochinita y pescado, a muy buen precio la porción, y langostinos al carbón, el hit de la casa. 

El dato: tienen una de las mejores cartas de mezcal de la ciudad. 

Dónde: El Salvador 5090, Palermo.

14. ApuNena

Gran lugar para comer en la barra, ApuNena es el restaurante que llevan adelante hace casi cinco años las cocineras y amigas Christina Sunae y Flor Ravioli. En el camino se mudaron de local, pero mantuvieron la esencia: cocina filipina y del sudeste asiático bien hecha y a precios accesibles. 

El dato: nos gustan mucho los panes al vapor (pao pao, bola bola) y el kinilaw, un crudo de pesca con tofu, hierbas, frutas de estación, quinoa crocante y mayo de umeboshi. 

Dónde: Aguirre 1600, Chacarita.

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15. Anchoita

Desde que abrió en 2018, Anchoita mantiene una política de precio que generó furor entre los comensales: definitivamente es un restaurante que se “siente” económico por todo lo que ofrece. Un ambiente muy arriba, producto de primera línea (en muchos casos elaborado por ellos mismos, como en el caso de los chocolates) y un servicio impecable. Por eso, entre otras, cosas es tan difícil conseguir lugar. 

El dato: el chipá, su plato más viral y copiado, no llega a los 10 mil pesos y una porción de langostinos de Chubut al kamado, cuesta menos que en cualquier otro restaurante, con menos nombre y consagración. 

Dónde: Juan Ramírez de Velasco 1520, Chacarita.

16. Hierro

Parrilla palermitana con muy buena materia prima y muy buenos precios. Siempre está llena. Usan carne de vacas grandes que maduran más de 30 días para lograr una mayor terneza. El asado banderita es el hit, que se puede acompañar con guarniciones muy sabrosas, como las zanahorias ahumadas con huevo poche, crema cítrica y almendras tostadas o el mil hojas de papas. 

El dato: el lugar es precioso, con un reservado junto a una salamandra y una concurrida barra ideal para los comensales solitarios. 

Dónde: Costa Rica 5602, Palermo.      

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17. Chinofino

El romance entre los porteños y el ramen sigue de parabienes. Hay muchos y muy buenos lugares para tomar una buena sopa estilo japonés. Una de las que más nos gusta, considerando su óptima relación precio-calidad, es la de Chino Fino, un local muy sencillo, con servicio rápido, en Palermo. 

El dato: recomendamos especialmente el miso hot

Dónde: Gorriti 4802, Palermo.

18. Mondongo y Coliflor

En un barrio periférico para el circuito foodie, como es Parque Chacabuco, encontramos este simpático bodegón puesto al día por el cocinero Quique Yafuso, junto a su socio Cabito. La especialidad son las pastas y los platos “retro”, como la lengua a la vinagreta, el matambre arrollado, la ensalada rusa y el pollo a la provenzal.

El dato: destacan también los postres que nos recuerdan a la infancia, como el almendrado y el charlotte.

Dónde: Del Barco Centenera 1698, Parque Chacabuco. 

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19. Fa Song Song

Un fast food coreano que mantiene la calidad y los buenos precios, a través del tiempo. Está en Retiro, una zona donde se concentran varios coreanos, y es uno de los que más nos gusta. Pequeño y cumplidor, con procesos estandarizados para que los platos salgan siempre igual (de ricos). 

El dato: para los amantes del picante, recomendamos ir por el tteotboki -una suerte de ñoquis con forma de cilindro, hechos con harina de arroz- que se pusieron muy de moda últimamente y por la bondiola con kimchi fermentado y salsa a base de gochujang. 

Dónde: Esmeralda 993, Retiro.

20. Pan y Teatro

Otro outsider que no suele estar en el candelero, pero se mantiene a través de las modas y las épocas. Propiedad de una familia mendocina, está escondido en una esquina muy linda de Boedo, donde no pasan autos y las veredas tienen techito de parra. Podría ser -es- un lugar perfecto para citas. Precios ATP (aptos para todo público).

El dato: son muy buenos con los platos de olla, horno e invierno, como pasteles de papas, humitas y marrones rellenos. 

Dónde: Las Casas 4095, Boedo.

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21. Cuatro Perros Un Livin

Nuevito y haciendo bastante ruido. Son cuatro platenses, entre ellos el conocido Santiago Palma, que debutaron en diciembre con un restaurante en Palermo. Tiene pocos cubiertos, una energía vibrante -la cocina es muy escenográfica, todo sucede a la vista- y precios más que convenientes. Los platitos (se calculan tres para dos) rondan entre los 5300 y los 10200 pesos. Favoritos: los buñuelos de verdura con crema de queso Toro azul y el Kentucky Fried Calamar con ali oli de curry y la sriracha de la casa. 

El dato: es imprescindible pedir la copa cuatro perros, con helado de maní. 

Dónde: Cabrera 4723, Palermo 

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