Se definen como un Italian Bar. El espacio que ocupa D’oro en un estrecho local del Microcentro es íntimo y atmosférico, con techos altos y paredes de ladrillo a la vista. Las estanterías, repletas de vinos. Sus dueños, hijos de italianos y formados en la profesión en Roma, lo abrieron en 1999. Además, tienen un local en Miami.
Las pastas frescas al estilo italiano, preparadas a mano, son la estrella, empezando por el raviolón siciliano relleno de ricota, mozzarella y jamón cocido con salsa de tomate italiano y albóndigas.
Otra opción: los panzotti di zucca e mandorle con calabaza y salsa de mascarpone, nueces y delicada ralladura de limón. Hay opciones bien italianas entre los dulces como la pannacota di pistacchio y la crostata di limone.
Leé la nota completa en donde te contamos por qué no podés dejar de probar este gran restaurante italiano, acá.