10 restaurantes de Buenos Aires liderados por mujeres

Las Chicas de la 3 saltaron a la fama con el episodio de Street Food Buenos Aires de Netflix. Desde entonces, los turistas peregrinan al sencillo puesto de chapa que tienen dentro de la Nave 3 que comandan en el Mercado Central de Buenos Aires, el más grande y el más frecuentado por los cocineros locales. Las chicas son Patricia Rodríguez (Pato) y Romina Moore, pareja, socias y creadoras de un plato que cruzó fronteras: su famosa tortilla rellena de jamón y -¡mucho!- queso. 

El dato: también tienen buenas empanadas y tartas, pero la gente acude por su famosa tortilla, que compran para llevar o para degustar entre cajones de frutas, changarines -los chicos que trasladan los carros con cajones por el mercado - y demás folklore del mercado en las afueras de Buenos Aires.  

Dónde: Nave 3 Mercado Central de Buenos Aires, Tapiales.

Fuera del circuito más turístico de restaurantes en Buenos Aires, en el maradoniano barrio de La Paternal, se encuentra uno que aún es un secreto a voces y que bien vale un desvío. Su dueña y cocinera es Jazmín Marturet, quien en una enorme propiedad que fue antes una panadería (aún se conservan los antiguos hornos) combina de manera hábil sus múltiples crush culinarios. Desde su reversión de un pho vietnamita, hasta unos ravioles ítalo-porteños, un chancho picante inspirado en su amor por México o una feijoada con pesca frita que mira al sur de Brasil. No hay nada igual en la ciudad. Y tiene sentido: antes de tener su restaurante, Jazmín viajó por todo el mundo como chef de uno de los más famosos cantantes latinoamericanos. La carta tiene cinco opciones, más tres postres.

El dato: abre solo los mediodías, y los fines de semana es especialmente animado.

Nos encanta que tiene precios muy convenientes. 

Dónde: Ávalos 360, La Paternal.

El arraigo de la cocina coreana hoy es muy fuerte en los restaurantes de Buenos Aires. Hijos y nietos de los inmigrantes que mayoritariamente se dedicaron al rubro textil cambiaron las telas por los fogones e inundaron de kimchi toda la ciudad. Marina Lis Ra es parte de esta camada y está al frente de Na Num, restó que abrió durante la pandemia en el barrio de Chacarita. Se trata de un sitio pequeño y cálido, que cuenta con una barra rodeando la cocina a la vista y unas pocas mesas en el salón. Tan innovador, que ya tiene sede en Madrid. 

El dato:Recomendamos las gírgolas ahumadas con kimchi asado y puré de coliflor, las ribs de cerdo y su interpretación de la humita, un plato muy criollo que Marina coreanizó. Una muy buena: abre los lunes por la noche. 

Dónde: Roseti 177.

Mica Najnamovich destaca entre las nuevas cocineras de los restaurantes de Buenos Aires. Apenas pasó los 30 y su Anafe ya tiene un rodaje de cinco años, periodo durante el cual recibió un reconocimiento Bib Gourmand en la guía Michelin 2024, fue parte de los premios 50best Latam como “one to watch” y hasta recibió la visita del Primer Ministro de Canadá, ​​Justin Trudeau. Su cocina es expansiva, gustosa y golosa.

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Es también, abundante y podría inscribirse en una tradición judeo-porteña, pero con licencias: su plato insignia, por ejemplo, es un delicado financier con paté, pero también hay pesca curada, arroz al horno con sofrito de calamar o un pollo ahumado con caesar de repollo. 

El dato: Mica también es pastelera y los postres brillan en la carta de Anafe. No te vayas sin probar el profiterol con charlotte tibio y la copa sambayón. 

Dónde: Virrey Avilés 3216, Colegiales.

Las Flores son su hábitat. Por ellas, por usarlas en sus tortas, Chula Gálvez cobró notoriedad, pero también así se llama el restaurante de Palermo en el que esta joven pastelera argentina despliega hoy sus obsesiones y su talento. Auténtico oasis urbano (tiene un jardín con más de 600 nativas) donde manda una premisa: nada tiene gluten. Gálvez sale airosa del desafío de reemplazar la monopólica harina de trigo por tantas otras menos conocidas y más saludables, como las de sorgo, mijo o arveja. 

El dato: entre los dulces imperdibles de este restaurante de Buenos Aires, se encuentran la torta Clementina con harina de cajú, crema de chocolate blanco y queso y mandarinas, el pie de maracuyá o sus famosas pavlovas. 

Dónde: Gorriti 5870, Palermo.

La cocinera Julieta Oriolo es una de las referentes indiscutidas de la cocina italiana en Buenos Aires. Se crió en el marco de una familia calabresa y hace diez años abrió La Alacena, en una esquina tranquila de Palermo. Reconocido como Bib Gourmand por la Guía Michelin 2024, es uno de los mejores spots para comer pastas en la ciudad. La Alacena es un espacio luminoso y casual, de todos los días, donde se pueden probar berenjenas alla parmigiana, taglionini al pesto, lasagna alla bolognese, entre otros platos clásicos acompañados de buenos vinos locales. Además, tiene una fábrica de pastas, La Alacena pastificio, a unas pocas cuadras. 

El dato: los fines de semana sirven un brunch estilo italiano, regado de Aperol Spritz, que es uno de los más convocantes de la ciudad. 

Dónde: Gascón 1401, Palermo.

La pizza es una institución en Buenos Aires y más allá del estilo local - masa bastante alta, buen piso, pletórica en queso- en los últimos años prendió muy fuerte el estilo napoletano. Carola y Victoria Santoro aprendieron a hacer pizzas por Youtube y en 2019 abrieron una preciosa pizzería en los suburbios en los que Borges pasaba sus veranos. Afincadas en Adrogué, fueron destacadas durante dos años seguidos entre las mejores pizzerías del mundo. Para quienes no quieren ir tan lejos, tienen la alternativa de La Sorrelina, su nuevo bar de pizzas, en el más céntrico barrio de Colegiales.  

El dato: recomendamos pedir la Sorrento, pizza con papa, mascarpone limón, ajo, parmesano y corazón de burrata. 

Dónde: Freire 1393, Colegiales.

Fue punta de lanza de Chacarita. Donnet abrió en el barrio que alberga, al mismo tiempo, el cementerio más grande la ciudad y la movida gastro más cool, cuando todavía no había nada. Esto fue producto de la intuición de su factótum, la cocinera Manuela Donnet.

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Llamarle restaurante es quedarse cortos: es un espacio no convencional, del estilo amor-odio, pero jamás indiferencia. La propuesta es vegana y los hongos, fermentos y vinagres que se elaboran en el sótano, son parte de una breve carta que parece un fanzine. 

El dato: no te vayas sin probar a fainá y los hongos Donnet, preparados con portobellos.

Dónde: Fraga 675, Chacarita.

Las fábricas de pastas artesanales son otro rubro icónico en Buenos Aires. Hay muchas y en todos los barrios. Pero no había ninguna específica de pasta vegana, hasta que a la productora de televisión Mena Duarte y a la cocinera Inés La Torre, se les ocurrió la idea. En 2020 abrieron un pequeño local en Chacarita que, gracias a un buen, vistoso y colorido producto, más un fresco manejo de las redes sociales, pronto se convirtió en un suceso. Nivel: filas en la vereda y sold out a diario. En 2023 decidieron expandirse al barrio de La Paternal, ya con un restaurante hecho y derecho en una hermosa esquina con mesas con manteles rojos y blancos a cuadros, sifones de soda y flores. 

El dato: Si bien las pastas veganas son las estrellas de la carta, hay otras opciones en la carta. 

Dónde: Paz Soldán 4993, La Paternal.

Cocina vegana de alto vuelo es la que practican las hermanas Agustina y Catalina Azcuy, quienes en pocos años forjaron una de las propuestas más sólidas en este estilo en los carnívoros (ahora un poco menos) restaurantes de Buenos Aires. Empezaron con un pequeño despacho pastelero en Palermo para seguir con un restaurante más grande a pocas cuadras. Finalmente, en noviembre del 2023, abrieron una segunda sede en Belgrano.

El dato: recomendamos probar  las gírgolas con chimichurri y puré de boniato o el sándwich mediterráneo. En el terreno dulce, las cookies de chocolate 87% y sal en escamas y la torta sublime (su versión del carrot cake). 

Dónde: Migueletes 1762, Belgrano. Gorriti 3681, Palermo.