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Bodegón de Las Abuelas
Bodegón de Las Abuelas

Restaurantes porteños atendidos por abuelas y abuelos

Dos restaurantes porteños en los que los adultos mayores son protagonistas. Sus historias.

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Muchos restaurantes porteños y emprendimientos gastronómicos construyen su relato en torno a los recuerdos de los cocineros sobre la comida que les hacían sus abuelas, como por ejemplo, Ezequiel López Batista y su “Arrozconlechería”. Es decir, intentan replicar en sus platos, esos aromas y sabores que los transportan a sus infancias y a sus abuelas.

Hay otros casos, en los que las propias mujeres, ya jubiladas, se ponen al frente de las cocinas y la atención de los comensales. Esto genera una mayor empatía en los clientes. A continuación, dos historias de restaurantes comandados por adultas mayores.

Con ustedes, las abuelas cocineras

En el corazón de Villa Crespo, en una esquina tranquila de casas bajas de vecinos que aún se saludan y baldean sus veredas a diario, se encuentra El Pasaje. Este restaurante es también conocido como el “Bodegón de Las Abuelas”.

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Bodegón de Las Abuelas

El local funciona como una extensión del hogar de sus dueñas, dos mujeres uruguayas, María del Carmen y Teresita La Paz, de 84 y 88 años. Las chicas empiezan sus jornadas antes del amanecer para estar al frente del local desde las 7:30hs., fieles a una rutina que sostienen desde hace casi cuatro décadas.

El Pasaje - Rojas 2050 - es mucho más que un simple restaurante. Es el fruto del esfuerzo y la pasión de estas hermanas que llegaron a Buenos Aires en 1983, tras vender una propiedad en Montevideo.

"Con el dinero nos convenía más arrancar un negocio acá", recuerda María del Carmen, repasando una mesa con dedicación. Su vida cambió por completo cuando decidieron abrir el local y aprender sobre la marcha los secretos de la gastronomía. Antes de eso, María del Carmen trabajaba en una oficina y cocinaba solo para su familia, mientras que Teresita ya tenía experiencia en la cocina, tras la muerte de su madre.

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Bodegón de Las Abuelas

A lo largo de los años, ambas superaron grandes desafíos, incluida una lucha contra el cáncer que las obligó a hacer una pausa, aunque nunca a rendirse. "Creo que mantenerse activas, tanto física como mentalmente, nos ayudó a recuperarnos", reflexiona María del Carmen, convencida de que el trabajo diario fue una medicina tan poderosa como el tratamiento médico.

El menú de El Pasaje refleja el cariño y la tradición que impregnan cada plato. Todos los días ofrecen dos opciones nuevas, además de los clásicos de la casa, como albóndigas con puré, carnes al horno, guisos de mondongo o lentejas, y postres tradicionales como flan, budín de pan y arroz con leche. "Todo está hecho como si fuera para nuestra familia", enfatiza María del Carmen.

"Todo está hecho como si fuera para nuestra familia", María del Carmen Paz

Hoy, las hermanas La Paz ya se ganaron un lugar en la escena gastronómica porteña, con clientes que las llaman cariñosamente "las chicas". "Mientras nos dé el cuerpo, seguiremos en la cocina", aseguran, dejando en claro que su pasión no tiene fecha de vencimiento.

La función social del restaurante

Otro caso es el de Débora y Diego. La pareja llegó a Buenos Aires desde Tucumán, con la ilusión de construir un futuro. Abrieron “Las Nonas Ramona y Petrona”, su restaurante también en Villa Crespo -Tres arroyos 399 - pero lo que los hace únicos no es solo su menú tradicional, sino su compromiso social. Es que, el matrimonio decidió contratar a personas mayores de 60 años. De este modo, no solo buscaban consolidar su negocio con empleados más comprometidos, sino también ofrecer una oportunidad laboral a jubilados en busca de un ingreso extra.

Débora y Diego enfrentaron momentos difíciles antes de consolidar este proyecto. Cuando Diego perdió su trabajo y Débora estaba embarazada, comenzaron vendiendo empanadas caseras. Pronto, las recetas de las abuelas se convirtieron en su sello distintivo, dando vida a un emprendimiento que hoy combina sabores tradicionales con un propósito social.

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Las Nonas Ramona y Petrona

La alta rotación de empleados jóvenes en el rubro gastronómico los llevó a replantearse su estrategia. Frente a las dificultades de retener personal, encontraron en los adultos mayores la solución perfecta: trabajadores responsables, dedicados y agradecidos por la posibilidad de volver a ser parte activa de la sociedad.

“Entrás a la cocina y es todo sonrisa. Un clima de trabajo muy bueno. Son personas muy comprometidas que cumplen. Valoran mucho que se le haya dado una oportunidad en ese momento de sus vidas”, asegura Débora.

“Los adultos mayores son personas muy comprometidas que cumplen”, Débora

Las raíces del sabor

Las Nonas Ramona y Petrona” es un homenaje de Débora a sus abuelas. En su menú diario destacan clásicos como empanadas, milanesas, ravioles caseros y arroz con pollo. Cada plato lleva consigo una historia y busca acercar a los comensales a los sabores de antaño, todo a precios accesibles, adaptados a los tiempos actuales.

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Las Nonas Ramona y Petrona

Las recetas tienen un origen familiar: las empanadas provienen de Petrona, mientras que las pastas son legado de Ramona. El resultado es un menú que combina tradición, amor y el deseo de mantener vivas las costumbres gastronómicas heredadas de Tucumán.

Mónica, una de las empleadas, relata orgullosa cómo viaja más de dos horas desde González Catán para cumplir con sus tareas. “Trato de no faltar nunca y de llegar siempre temprano para tomar unos mates con mis compañeros antes de empezar”, explica.

Débora cuenta que en general, los empleados suelen llegar antes del horario estipulado. “un poco por ansiedad y otro porque, por ejemplo, para ellos las 7 de la mañana ya es tarde. Se levantan muy temprano”, sostiene la dueña.

La mujer, encargada de las empanadas tucumanas, entre otras tareas, ya está lista para empezar. “Tomo el restaurante como una extensión de mi casa. Por eso me gusta estar y pasar tiempo, al mismo tiempo que trabajo”, sostiene Mónica.

Dónde: Las nonas Ramona y Petrona, Tres arroyos 399, Villa Crespo.

Reservas: 11 6459-2985. El Pasaje, Rojas 2050, Villa Crespo. Reservas: 11 4581-51170.

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