10 paradas obligadas en Rosario

Emoción y orgullo son dos sentimientos que te van a acompañar a lo largo de todo el recorrido. Este museo es un homenaje a grandes deportistas santafesinos en diferentes disciplinas: desde básquet y hockey, hasta deportes náuticos y acuáticos. El fútbol tiene un capítulo especial con dos joyitas: el Balón y Botín de Oro que Lionel Messi recibió en el 2019. Es un museo moderno con muchas actividades interactivas y recursos como pantallas y hologramas. Es el mejor lugar para sentirte campeón del mundo. 

El dato: las entradas al museo se pueden sacar de forma online para evitar esperas. Se puede visitar libremente o de forma guiada.

Dónde: Ayacucho 4800.

Para los futboleros pisar Rosario es sentirse un poco más cerca del mejor jugador del fútbol de la historia: Lionel Messi. Es inevitable pensar que alguna vez caminó esas calles, aún cuando no era conocido más que por su familia y amigos. Si vas al Monumento de la Bandera, uno de los puntos turísticos más importantes de la ciudad, lo vas a ver estampado en un enorme mural. Pero si hacés unos 8 kilómetros hacia el sur del centro y te metés en barrio La Bajada, vas a poder pararte en frente de las paredes que lo vieron crecer. En los alrededores hay varias paredes con su cara y, posiblemente, algún vecino que recuerde cómo el crack empezó a rodar sus primeras pelotas

El dato: existe todo un circuito completo de Lionel Messi que une 12 lugares que fueron importantes para él (desde su escuela hasta el lugar a dónde se casó). Se puede hacer de forma autoguiada con la audioguía de la app de Rosario Turismo.

Dónde: Estado de Israel 525, barrio La Bajada.

“No sé qué tienen las milanesas de mi vieja. La salsa quizás, que va arriba de la milanesa. Comí muchísimas, muy buenas, pero es la que comí de chico”, dice un Lionel Messi tímido en una entrevista con un medio deportivo de Argentina. Y la verdad es que no se sabe si es la salsa, la crocancia del pan rallado o la ternura de la carne, pero lo cierto es que es una de las mejores milanesas que se pueden comer en la ciudad. 

Bar Vip es un imperdible para los fanáticos del “10”: se trata de un restaurante propio de la familia Messi que tiene miles de guiños para los fanáticos como la inolvidable frase: “¡Ya está!”, de la final del mundo estampada en una de sus paredes. 

El dato: si no te gusta la milanesa o querés probar algo típico rosarino, te recomendamos ir por un Carlitos. Se trata de un sándwich de pan de miga tostado con jamón, queso, tomate, manteca y kétchup (el ingrediente secreto).

Dónde: Rioja 411.

“Es que me hace tan bien, no lo puedo explicar. Dar mil vueltas por Rosario, pegadito al Paraná”, canta Fito Páez es uno de sus temas, no tan conocidos. En la calle Balcarce está la casa donde el artista vivió junto a su papá, su abuela Belia y su tía abuela Pepa. Es el lugar también en donde Fito tuvo sus primeros encuentros con el piano, tal y como se puede ver en escenas de la biopic “El amor después del amor” estrenada por Netflix en abril de 2023. La casa hoy muestra una fachada totalmente diferente. Este lugar forma parte de un circuito que recorre, al igual que el de Messi, los lugares más importantes de la vida del artista en la ciudad. 

El dato: el recorrido completo incluye 10 paradas que van desde un colorido mural hasta la Sala Lavardén, donde estrenó algunos de sus temas. Se puede hacer de forma autoguiada con la audioguía de la app de Rosario Turismo.

Dónde: Balcarce 681.

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El crunch de una masa de hojaldre es suficiente para decir si una panadería vale la pena o no y en este lugar es lo único que se escucha. Se trata de una panadería que, además del hojaldre, tiene otras especialidades como el pan de masa madre y la pastelería. Es un proyecto familiar que nació como un anhelo compartido de Claudio Joison, un productor reconocido, y Analía Battista, psicoanalista. El lugar vende para llevar y tiene algunas mesitas donde sirven café de especialidad.

El dato: tienen algunas especialidades de recetas europeas como los canelés de Burdeos, unos bizcochos caramelizados típicos de la pastelería francesa.

Dónde: Santiago 217.

Probar una nueva forma de andar por la ciudad puede ser también una experiencia en Rosario. Con monopatines eléctricos y guías especializados, los fines de semana la ciudad ofrece paseos que duran un poco más de una hora. Hay dos circuitos: uno, que recorre la zona de la Ribera Céntrica y del Parque España; y otro, que te lleva por la Ribera Sur y el Monumento a la Bandera. Los tickets se pueden adquirir en el sitio web Muy Rosario.

El dato: con la compra del ticket, te entregan elementos de protección como casco y chaleco refractario. También, se realiza una charla técnica para los que nunca manejaron un monopatín eléctrico.

Dónde: Av. Belgrano 610, Ente Turístico Rosario.

Indie, rock y pop rosarino tienen cita los fines de semana en este pub en pleno centro. Majo Club es de esos lugares que marcan la identidad de una ciudad y que, pocas veces, suelen ser visitados por turistas. Todas las noches hay música en vivo de la mano de artistas y djs locales. Tienen un menú simple con algunas opciones para comer como sándwiches y pizzas, también aperitivos, cervezas y tragos. Una recomendación: ir temprano porque suele haber fila para entrar.

El dato: esta propuesta funciona en un edificio emblemático de la noche de Rosario y, por esto, los dueños decidieron mantener una decoración “desprolija” como una forma de recordar la vida anterior que tuvo el lugar.

Dónde: Tucumán 1016.

No es un restaurante ni una casa de familia. No tiene un menú fijo ni se puede reservar por Instagram. Quienes elijan Hambriento tienen que saber que es una experiencia completamente diferente. Virginia Rosa y Gustavo Martínez compartieron cocina en España y hoy lo hacen en una casa a la que hay que llegar con reserva previa (con bastante tiempo de anticipación) y tocar el timbre. Una vez dentro, junto a otros 9 comensales, empieza la magia con materias primas de primera calidad y un menú que se revela en ese momento en un papel impreso sobre la mesa.

El dato: se pueden reservar mesas de dos a cuatro personas (no más) en este link. Es un espacio a puertas cerradas y se busca preservar esa intimidad.

Dónde: la dirección se comparte un día antes de la reserva confirmada.

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Rosario es la ciudad argentina por excelencia para probar helado artesanal. Así lo dicen los datos: los rosarinos consumirían entre 9 y 10 litros por año y tienen más de 150 heladerías desparramadas por sus calles. Hay peleas reñidas por cuál es la mejor o cuál es el helado más cremoso. Los más tradicionalistas elegirán Catania (en Avellaneda y Zeballos), un lugar de barrio con historia y mucha variedad de sabores. Los resultadistas a San Remo Gelatería Italiana, ganadora del premio al Mejor Helado Artesanal en 2022 e inventora de un sabor propio de un campeón del mundo (el sabor “Leo Messi”). Lo cierto es que la recomendación es simplemente probar un poco de cada una, la experiencia siempre es excelente.

El dato: Rosario es Capital Nacional del Helado Artesanal y, como una forma de celebrarlo, las heladerías lanzaron el gusto Muy Rosario, que combina crema americana y chocolate blanco, teñido de color celeste, representando a la bandera argentina.

Dónde: Bv. Avellaneda & Zeballos, Heladeria Catania; Av. Pte. Perón 3277, Gelateria Italiana.

La historia de las ciudades también es la de esos edificios que permanecen en el tiempo. Esos lugares emblemáticos que fueron transformándose mientras la misma ciudad lo hacía. La Favorita está en la esquina de Sarmiento y Córdoba, una de las más emblemáticas de Rosario. Puntillas, encajes y randas fueron los primeros objetos que se vendieron en este lugar que nació inspirado en la arquitectura de las galerías Lafayette de París. Hoy es una tienda multimarca con espacios gastronómicos.

El dato: coronando la escalera actual de La Favorita, se encuentra el jarrón Talavera de la Reina, una obra de un reconocido ceramista español, Juan Ruiz de Luna. Fue adquirido por los primeros dueños del lugar en la Exposición Universal de Barcelona.

Dónde: Sarmiento, esquina Córdoba.