Parque Avellaneda no es solo el tercer espacio verde más grande de la ciudad de Buenos Aires. Es un barrio con identidad propia, de casas bajas y vecinos de toda la vida, con calles arboladas que aún conservan la tranquilidad de su pasado rural. Es un refugio de historia, cultura y sabores auténticos, donde cada esquina tiene algo para contar. Desde bodegones con décadas de tradición, hasta cafés de especialidad y teatro popular, este rincón del oeste porteño se reinventa sin perder su esencia.
Si todavía no lo tenías en el radar, este es el momento de descubrir sus imperdibles.

El Parque Avellaneda es el corazón del barrio. Con 30 hectáreas de verde, más de 25 especies de aves y rincones llenos de historia, es ideal para perderse una tarde entera. Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando la familia Olivera lo usaba como chacra de producción agrícola. Hoy, conserva su antigua casona, convertida en el Complejo Cultural Chacra de los Remedios (Av. Directorio y Lacarra), donde se pueden ver exposiciones, espectáculos y talleres de música y danza.

Para los más chicos, el Patio de Juegos es un diez: un espacio moderno con toboganes, hamacas accesibles y un mangrullo gigante que invita a la aventura.

Los mejores restaurantes y bares en Parque Avellaneda
Si hay algo que Parque Avellaneda sabe hacer bien, es la gastronomía con historia.
- Viejo Mercado (Av. Olivera 1557): Clásico bodegón porteño con minutas, parrilla y pastas caseras. Abre de 8 a 20hs,, ideal para arrancar el día con un buen café o cerrar la tarde con un flan mixto de los que ya no se encuentran.
También te puede interesar: Bodegones porteños que no te podés perder
- Yiyo el Zeneize (Av. Eva Perón 4402): Un almacén centenario convertido en un templo del buen comer. Fundado por Egidio Zoppi en la época en que Parque Avellaneda era zona de quintas, hoy es un espacio donde conviven generaciones al ritmo del tango y el vermut. La carta combina recetas clásicas con creaciones audaces. Ojo con su colección de botellas antiguas, algunas con más historia que el mismísimo barrio.

- Olivera (Av. Olivera 901): Un bodegón con más de 80 años de historia, restaurado para mantener viva la esencia barrial. Desde 2025, su sótano albergará Populacha Bar, el primer bar oculto con temática porteña, inspirado en la época dorada del tango. Abre de miércoles a domingo, y los jueves y viernes hay tango en vivo.

- La Barra del Parque (Av. Lacarra 836): Hamburguesas caseras, pizzas y tragos de autor con una vista privilegiada del parque. Abierto de martes a domingo desde las 18hs., ideal para una cena relajada después de un día al aire libre.

- De Flores Café (Av. Lacarra 1500) es una esquina mítica donde el café de especialidad se combina con un espíritu de rock and roll. Sirven desayunos, meriendas y brunch, con un take away perfecto para recorrer el barrio con un latte en mano. Abren de miércoles a sábado en dos turnos: de 9 a 13hs., y de 17 a 21hs. Los domingos, solo por la mañana.
También te puede interesar: Qué hacer en Versalles
Dicen las malas lenguas que algunos despistados se pierden al intentar llegar a este teatro, en un rincón del Parque Avellaneda. Para ellos y para los precavidos que quieren llegar sin exabruptos al espacio, en la cuenta de Instagram del Grupo Tambo Teatro (Lacarra y Directorio, Antiguo Tambo) hay videos explicativos de cómo llegar, según la entrada del parque que se utilice para el ingreso.

Si la visita al barrio se extiende hasta la noche, éste se trata de un verdadero imperdible para los amantes del teatro independiente. El 11 de abril regresaron con 1789, una obra de Ariane Mnouchkine, que revive la Revolución Francesa con una puesta en escena revolucionaria. Las funciones son los viernes a las 20:30.
Un barrio para redescubrir
Parque Avellaneda es mucho más que su parque. Es historia viva, es gastronomía con raíces, es arte y comunidad. Es ese rincón de Buenos Aires donde el tiempo parece detenerse, pero la vida sigue latiendo fuerte. ¿Te animás a explorarlo?