“Tengo el mejor trabajo del mundo”: el hombre detrás de los sabores del Imperial Beerhouse

Empezó a estudiar cocina con un objetivo claro: quería tener un restaurante en la playa. Lo escribió en un papel y hoy, 30 años después, ese sueño es una realidad diaria. “Siempre fue mi objetivo y un día descubrí que también quería vivir en la playa. Hoy vivo más cerca del mar que en la ciudad”, detalla Pedro Demuru, el alma detrás de Kota Club de Mar (Pinamar), Café de Fábula (Pinamar), Carpe Diem (en el golf de Cariló), Demuru Restaurant (Pinamar) y el Imperial Beerhouse, el único hub que tiene en la Ciudad de Buenos Aires.

"Hoy vivo más cerca del mar que en la ciudad"

“Mi trabajo es más bien temporal y eso es muy diferente al trabajo anual de un restaurante en una ciudad. Tiene una explosión de adrenalina durante 55 días aproximadamente y después se acaba. Son 4 meses de laburo intenso y después 8 meses de mantener los equipos, ingeniárselas para ir llevándolo adelante. Tiene sus ventajas y desventajas”, explica Demuru.

Todos los días va a alguno de sus restaurantes, los recorre, piensa ideas, vuelve a su casa. En sus propias palabras, Pedro tiene “el mejor trabajo del mundo”. “Tengo la posibilidad de trabajar y no sólo eso: tengo la posibilidad de disfrutarlo. A mi el trabajo no es algo que me cueste. Voy todos los días a trabajar y lo hago contento”, expresa.

"Tengo la posibilidad de trabajar y de disfrutar de mi trabajo"

Desde chico, creció en una casa en donde se cocinaba y eso siempre lo tuvo ligado a la gastronomía. Con abuelos italianos de un lado y alemanes del otro, Pedro disfrutaba de las recetas caseras y del ritual que se generaba alrededor de la mesa. “Cuando me tocó elegir qué estudiar, a esos 18 años tan difíciles, decidí ir por la cocina porque era un poco vago y no me gustaba estudiar. Desde ese día hasta hoy, nunca más salí de un restaurante”, comenta y agrega que era una época en la que la cocina recién empezaba a tener empuje en Argentina.

Imperial Beerhouse, el proyecto diferente

De todos los emprendimientos de Demuru, el Imperial Beerhouse es el único que se mantiene en la Ciudad de Buenos Aires, donde Pedro es el chef residente. Ubicado en el Campo Argentino de Polo, la casa de Imperial es un lugar muy elegido por grupos de amigos para disfrutar de una cerveza al aire libre, un after office y un menú pensado por Pedro para maridar con los sabores de la marca.

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“Es donde podemos jugar, donde podemos hacer algunas cositas relacionadas con la marca Imperial. Es un proyecto que es lindo y es muy prolijo. Se distingue de una cervecería común por el mix de cosas que suceden allí: el lugar, la parte social, la comida”, afirma.

El menú del Beerhouse es variado y completo: tiene desde opciones para picar como tablas y papas hasta principales como milanesa de lomo y cortes de carne como entraña marinada con chimichurri, limón y romero. A eso se suma la posibilidad de probar los diferentes sabores de Imperial y disfrutar de las sugerencias de maridaje que están detalladas en la misma carta. Dentro de poco incorporarán también una cocina de fuegos permanente en el patio del lugar. “La idea es ir buscando cositas para sumar y que el lugar esté en constante movimiento”, detalla Demuru.

El primer paso y los que siguen

Antes de la Costa y el mar, Pedro Demuru pisó fuerte en la Ciudad de Buenos Aires con su restaurante Nectarine, donde ofrecía menú de 11 pasos, una novedad para la época. Era un local chiquito que competía con los mejores restaurantes del país. “Yo le digo a mi ex socio cuando me lo cruzo: ‘Si hubiésemos continuado con Nectarine, hubiésemos sido la primera estrella Michelin de Argentina’. Pero bueno, no se dio y fuimos por otros rumbos. Igualmente, me siento satisfecho por lo logrado y cómodo a dónde estoy”, detalla.

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Dentro de poco un nuevo proyecto, que rescata y reformula algunas ideas de ese origen, verá la luz. “Vamos a volver un poco a las raíces del menú de pasos, pero aggiornado a la nueva era. Me aburrió un poco la experiencia de los pasos, entonces quiero darle una vuelta de rosca”, explica.

El proyecto funcionará en Pinamar y tendrá un concepto diferente. “Estamos pensando de qué manera lo acomodamos porque creemos que es lo que puede hacerlo distinto. Hoy, al tener diferentes tipos de lugares, me permite volver a jugar con este tipo de conceptos más elegantes”, agrega.

Pedro Demuru es multifacético y le dedica tiempo necesario a cada uno de sus proyectos: “La verdad es que todos me divierten, me gustan y cada uno tiene su encanto. Tengo siete hijos y los quiero a todos”, detalla considerando también a su empresa de catering y su rotisería.

Explorar posibilidades, probar recetas y encontrar el encanto en la variedad de opciones es algo que Pedro Demuru hizo parte de su vida. Del fine dining a los menúes diarios, de Buenos Aires a la Costa, la curiosidad es su mejor aliada.