1. La Pilarcita
Cuando una obra teatral independiente lleva 10 temporadas, sin dudas estamos en presencia de un clásico. Esta historia, ambientada en un hotel de un pequeño pueblo del litoral argentino, cree en los milagros; sus protagonistas son personajes que esperan. Esperan de todo: un cambio de vida, una relación amorosa, un futuro mejor. Y todos creen en los milagros de “La Pilarcita”, una santa popular a la cual hay que ofrendarle, para que el milagro se cumpla, una pequeña muñeca creada especialmente para la ocasión.
Es de esas obras deliciosas, con un texto profundo y empático, en las que el espectador va llevado de la mano por distintas emociones; de la risa a la nostalgia, de la nostalgia a la tristeza… y de nuevo a la alegría. La dramaturgia y la dirección de María Marull te sumergen, durante un poco más de una hora, en el ritmo y el pulso de una calurosa tarde de pueblo, con sus melodías, sus personajes y sus creencias.
Dónde: El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960. Entradas.