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Quién diría que esa niña que vio por primera vez en San Nicolás de los Arroyos - su ciudad natal - una imagen de Graciela Borges en un diario, y comenzó a soñar con actuar, terminaría siendo una de las actrices más populares de Argentina, con personajes entrañables, recordados por todos. Y que hoy, incluso, presenta su segunda película como directora, Culpa Cero, que estrena en todos los cines del país el 8 de agosto.
En la propuesta, escrita junto a Malena Pichot y Mora Elizalde, Valeria Bertuccelli es Berta Muller, una escritora exitosa que es descubierta cuando se revela que nunca siquiera tipeó un párrafo de sus best sellers. Acompañada por Justina Bustos y Cecilia Roth, Bertucelli brilla y - a modo de spoiler - protagoniza una escena final que será recordada por mucho tiempo y disparará muchos memes. Charlamos con ella sobre la película, su mirada como directora, y su ¿pronto? regreso al canto.
¿Cómo estás viviendo la previa al estreno de Culpa Cero?
Me da nervios, con la película La Reina del Miedo - que dirgió y actuó en 2018 - también estaba nerviosa. Hablando con una amiga le decía esto, que muchas veces la segunda peli da nervios, pero yo estoy muy contenta.
Pero tenés que relajarte porque vos sabes que es buena…
Lo que sé es que trabajamos mucho y fuimos todos re rigurosos a la hora de trabajar y le dedicamos mucho tiempo, mucho laburo a la previa, al guión, a la filmación, ¡a todo! Debe ser lo mismo que dicen todos los directores, siento que no te estoy diciendo nada nuevo (se ríe).
Es interesante esto porque también, más allá del trabajo, te estás reafirmando en un camino que a lo mejor, no lo imaginabas: el de la dirección. Uno trabaja siempre para que el resultado sea bueno, pero hay veces que no sale…
Sí, total, no sale o hay veces que el ser riguroso y estar muy encima de todo tiene que ver con que estás muy consciente de lo necesario y tenés que ver hasta dónde ponerte tan obsesivo. El otro día hablaba con alguien del equipo de la peli y decíamos que valió la pena ser rigurosos porque después quedamos todos contentos.
La película muestra lugares emblemáticos de Buenos Aires…
Sí, para mí Buenos Aires es la estrella de la película, aparte de los actores y de todo el equipo. Es que Germán “Nagui” Naglieri, quien es el director de arte, fue increíble y entonces, había algo de encontrar lugares de la ciudad que nos importaban y transformarlos y que no los reconozcas. Cuando elegimos, por ejemplo, el departamento de Justina y que sea esa cúpula -el escenario elegido es la cúpula de un departamento muy antiguo-, Nagui me decía: “Yo me imagino que el personaje de Justina está en una especie de lugar donde están las palomas, un lugar un poco abandonado”. Y lo tomé. El equipo de arte fue muy importante para mí, tuvimos un gran intercambio. Nos inspiramos mutuamente y construimos mucho juntos.
¿Y de la historia de Culpa Cero qué podés decir?
Tenía ganas de escribir sobre la amistad. Y tenía ganas de escribir una historia que hable sobre todas esas relaciones de las mujeres, de la relación de una madre con su hija, que te roben el amor de quién querés -en este caso el de una hija-, cosas que uno aparte siente que ya son casi arquetipos, que sentís que lo viste y lo entendés.
"Tenía ganas de escribir una historia que hable sobre todas esas relaciones de las mujeres"
Tenés grandes amigas en el medio, yo conozco una de ellas, que dice que se va a retirar del cine y espera que seas vos quien la dirija…
¡Graciela Borges! Es muy amiga y es verdad que tengo ese proyecto “ahí” y en cualquier momento lo lograré hacer, lo sé. Lo venimos hablando y le digo que ella sabe que a veces salen primero otros proyectos, como ahora que salio ésta película por encargo, y decidí hacerla porque sabía que la podía convertir en una película de autor. No hay manera de que yo “meta mano” y que eso no se transforme en algo que quiera contar, si no, no me dan ganas de hacerlo, pero esa película con Graciela la vamos a hacer.
Grace es una especie de musa para vos…
La adoro, cuando era chica me acuerdo que en mi pueblo, San Nicolás, cuando vivía en unos monoblocks, era muy chiquita y mi mamá me mandó hacer las compras y volví con los huevos envueltos en papel de diario, ¿te acordás que antes los envolvían en papel de diario? Resulta que la foto de la página del diario del paquete era de Graciela. Me acuerdo que la miré y me impresionó la belleza, le dije a mi mamá - era raro que una niña chica pregunte esto- ¿Quién es esa mujer? Y ella me dijo que era Graciela y que era actriz.
¿Cuánto tiempo pasó hasta que la viste en alguna película o en la tele?
La vi por primera vez en la peli que protagonizó con Alfredo Alcón, Piel de verano. Y después empecé a ver otras, hasta que actúe por primera única con ella en Viudas, y la pasamos espectacular, ambas dijimos: “Tenemos que filmar más juntas”.
Con tu marido, Vicentico -músico y vocalista de Los Fabulosos Cadillacs- trabajaron la atmósfera sonora de Culpa Cero. ¿Cómo la imaginaron? Porque va desde Las Ketchup, hasta melodías mucho más clásicas…
Eso es espectacular porque no puedo imaginar a otra persona que haga la música que no sea Gaby - el nombre de pila del cantante es Gabriel Fernández Capello - pero aparte porque es el primero que lee el guión, siempre. Gaby lee las escenas que le voy pasando mientras escribo, entonces también él empieza a imaginar música en escena sueltas. Lo de Las Ketchup -banda de pop español que fue furor en los 2000 - de hecho, vino como algo que se me ocurrió que tenía que ver con las palmas y con la burla. Me gustaba mucho la idea de usarla cuando están ellas - las protagonistas - bailando, viejas, borrachas, locas, y al otro día es una pesadilla. Le conté a Gaby eso y empezamos a trabajar mucho porque, de hecho, nos pasó que hasta último momento no encontrábamos a los autores y necesitábamos los derechos, ¡pero finalmente los encontramos!
"No puedo imaginar a otra persona que haga la música que no sea Gaby (Vicentico)"
Qué suerte, porque quedó genial…
Sí, y hay más… como la música del final o la música de los masajes, todo muy setenta, le dije Gaby: “Hagamos algo parecido a la música del porno francés”. La música del final fue inspirada en algunas películas de Graciela Borges de su juventud absoluta. Lo que tiene de bueno Gaby es que, aparte de enseñarme, me dice una idea y empezamos a empalmar una con otra.
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Hablando de música, has colaborado con tu esposo en una versión hermosa de Esto de quererte, entre otros temas… ¿Cuándo volvés a la música?
¡Esa canción es de mis preferidas! En algún momento volveré. No hay nada que me dé más nervios que subir a cantar al escenario. Actuando no me pasa, pero cuando subo a cantar me tiemblan las manos, de una manera ridícula. De hecho, Gaby se ríe porque dice que, como me pongo nerviosa, se acerca a mí sobre el escenario y es peor. Para mí cantar es una diversión, y ahora volví a estudiar canto, así que quién sabe…