Obras de 15 minutos se suceden una y otra vez, simultáneamente, en seis salas para 20 espectadores, cada una. Es un concepto innovador que atrae a diversos públicos, con una dinámica precisa, que combina espectáculo y gastronomía. Te contamos la experiencia Microteatro Buenos Aires, de primera mano y sin spoilers.
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¿Cómo funciona el Microteatro?
El pasillo de entrada conduce a un original espacio, muy bien ambientado y señalizado. Una especie de dimensión desconocida y cautivante para el que va por primera vez. En Serrano 1139, pleno barrio de Palermo, ocurre de martes a domingo el mismo ritual. Cientos de personas pasan cada noche por ahí para vivir la experiencia. Muchos retornan para revivirla, con otro recorrido.
En la planta baja, el bar-restaurante. En el primer piso, las seis salas en las que se presentan las microficciones. Microteatro es una propuesta para los amantes del teatro, sí, pero también para aquellos que tienen ganas de acercarse a este arte y para las generaciones más jóvenes que buscan una experiencia completa que incluya teatro, amigos, gastronomía... todo sin gastar de más.
En pequeñísimas salas, de 15 metros cuadrados, en forma simultánea se ofrecen obras que transcurren en un cuarto de hora. Al finalizar, aplausos, saludos y los espectadores se retiran. En continuado hay varias funciones y el público asiste a todas las que quiera.
Es la gente la que arma el circuito de obras que va a ver. Por ejemplo, un recorrido posible que ilustra la experiencia podría ser: llegar a las 20hs, ticket en mano, pedir un trago en la barra y asistir a una función a las 20:20hs. Luego, salir de la sala y formar fila para ver una obra a las 20:45hs. Poco después de las 21, uno puede sentarse a cenar en el espacio gastronómico del lugar: plato principal y postre. Con la panza llena (y el espíritu contento), el recorrido puede seguir en una próxima función. Se puede terminar ahí o seguir viendo obras.
De 20 a 22:15hs es el horario central y después de las 22:15hs está la trasnoche o como ellos los llaman, la "sesión golfa" (el nombre fue tomado de España). “Golfa” significa “prostituta” y designa a las obras que van más tarde.
¿Cuál es la temática?
Las obras duran un mes en cartel y cada mes, hay una temática distinta. Del 4 al 30 de junio es "Por los gustos" y a través de la web de Microteatro se pueden consultar las obras vigentes y los horarios. En los elencos, suele haber actores de trayectoria, reconocidos en el ámbito teatral y nunca falta alguno un poco más famoso. Este mes se subirá al escenario Pablo Novak y Cristina Maresca, por ejemplo.
Las obras cuentan historias con principio, nudo y desenlace. La dramaturgia debe resolver en 15 minutos la estructura de una pieza teatral, para que se integre a este fenómeno que propone una dinámica muy precisa.
¿Cuánto salen las entradas?
El valor de las localidades es accesible. Los martes hay 2x1. Y de miércoles a domingos, 3x2. Las entradas, por cada obra, están entre 2800 y 3800 pesos. Cada título se presenta en hasta cinco funciones por noche; pero varían las obras los distintos días de la semana.
El teatro es un hecho vivo y el microteatro se nutre de eso.
Tan vivo está, que los espectadores conviven con los actores en salas pequeñísimas, donde pueden hasta rozarse con ellos durante las funciones, sentirlos muy cerca, cruzar miradas. El acto teatral tiene aquí una proximidad y una intimidad que lo hace muy vivencial.
¿Cómo y cuándo nació el Microteatro?
Las crisis son oportunidades y en España, en el 2008, un grupo de cincuenta teatristas así lo entendió. Directores, autores y actores tomaron un antiguo prostíbulo de Madrid en el barrio de Malasaña, que había sido clausurado e iban a demolerlo. Las 13 habitaciones del burdel se convirtieron en 13 salas teatrales en las que distintas compañías ofrecieron brevísimas obras. Espectáculos de 15 minutos para un público menor a 15 personas por habitación, sobre un tema en común. Así nació el Microteatro. La experiencia se replicó en distintas partes del mundo y actualmente está vigente en más de diez países. Argentina es uno de ellos.
¿Y cómo desembarcó en Buenos Aires?
La idea fue de Pablo Bossi. Corría el año 2017, cuando la pudieron concretar. Pero la historia se remonta al 2009, cuando el reconocido productor de cine -que vive un poco en España y un poco en la Argentina-, conoció el Microteatro en Madrid. “Lo descubrió allá y desde entonces, me venía diciendo que había que hacerlo acá”, repasa su socia, Julieta Novarro, hija del recordado Chico Novarro. Entonces, fue ella quien viajó en 2016 y lo vio con sus propios ojos y al año siguiente, estaban inaugurando el formato sobre la calle Serrano.
“A diferencia de España, acá hay más propuestas de teatro off en la cartelera porteña y entonces, sabíamos que la competencia iba a ser mayor.”
La directora artística de este fenómeno que crece año tras año, asegura: “A diferencia de España, acá hay más propuestas de teatro off en la cartelera porteña y entonces, sabíamos que la competencia iba a ser mayor”.
Ir al teatro es un buen programa y según Julieta, ir a Microteatro resuelve ese plan de manera perfecta. “Cuando vas al teatro, normalmente salís y buscás dónde comer. Acá, resolvés todo en un solo lugar; te da la tranquilidad de que tenés la noche armada”, explica. “Y te da la libertad de elegir cuáles y cuántas obras ver”, agrega.
Si bien es para todo público (solo algunas obras van con calificación para mayores) y convoca a gente de todas las edades, asiste mucha juventud, sobre todo los fines de semana y en los horarios más tardíos. Es una gran puerta de entrada al universo teatral. Y así como muchos dramaturgos, actores y directores se forman para entender este nuevo formato, podemos estar frente a espectadores que se forman desde allí para convertirse en asiduo público teatral.
¿Hay convocatorias para presentar obras?
Sí y son abiertas. Actualmente, a través de las redes sociales, está vigente el llamado para el ciclo de noviembre cuya temática es “Por los pecados”.
La convocatoria es tal, que en el último llamado llegaron 300 textos que tres curadores (Novarro, Lorena Romanin y María Figueras) debieron leer para hacer la selección. “Al principio recibíamos menos y llamábamos nosotros a gente conocida para que se anime; era un acto de fe”, recuerda Julieta. “Me da mucho orgullo lo que estamos haciendo. Y ahora estamos también en Mar del Plata, estuvimos en Córdoba y lo estamos preparando para Brasil”, repasa.
Muchas microobras están atravesadas por el humor. “Es cierto que a la gente le gusta divertirse, pero hay obras que apuntan a la emoción y la gente sale llorando. Lo atractivo es la variedad. La obra tiene que regirse por la temática que convocaste, pero no pedimos género. Lo que pedimos es que sea inédita, que no sea un ejercicio de estilo y que tenga principio, conflicto y final”, explica Novarro.
En general, alrededor de 7 personas trabajan en un proyecto, entre actores, autor, director, escenógrafo. Las obras cambian todos los meses y se genera una expectativa enorme. Julieta, una vez por semana se da una vuelta por el lugar y es, además de quien elige las obras, la que asiste a los ensayos generales y se ocupa de dar las devoluciones a cada una. “Nadie se imagina la maquinaria que hay detrás de una 'obrita' de 13 minutos”, dice y aclara que no son sketches.
¿Se puede comer y beber en el Microteatro?
Sí, de hecho la gastronomía es una parte clave de la propuesta de Microteatro Buenos Aires que cuenta con un bar-restaurante amplio, con un patio interno. Tiene mesas en las que, entre obras, los espectadores se sientan a beber un trago y a comer algo. Durante las funciones, está permitido ingresar con bebidas, así que más de uno entra a las salas con una cerveza en la mano o alguna otra bebida de las que sirven en el lugar.
Algunas cifras del Microteatro Buenos Aires:
- Los viernes y sábados suelen venderse alrededor de 1000 entradas, pero depende de cuántas obras vea cada espectador, para saber qué número de personas hubo.
- Por sala, ingresan 20 espectadores por función.
- Cada título se presenta hasta 5 veces por noche, durante un mes.
- Se estrenan 30 obras mensualmente.