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[title]Los últimos reconocimientos a Sebastián Weigandt lo ubican en un lugar de privilegio. El restaurant del que es gerente gastronómico, Azafrán, logró en 2023 la primera estrella Michelin en la Ciudad de Mendoza y el pasado 26 de noviembre, se consagró en el puesto 84 del listado Latin America's 50 Best Restaurants 2024.
En lo que respecta a él como chef, en octubre de 2024 fue reconocido en la categoría “Excelencia” de los premios The Best Chef en Dubai, junto a un selecto grupo de representantes de restaurantes de lujo de todo el mundo. En una competencia de la que participaron 500 chefs, el mendocino se posicionó entre los profesionales con los estándares culinarios más altos.
“Este galardón es muy importante para mí y es un honor haberlo logrado con colegas de distintos países representando a la Argentina. También fueron parte cocineros nacionales que se destacaron por sus estilos. La cocina argentina es realmente elevada y eso me llena de orgullo”, considera. Mendocino de origen, la pasión de Sebastián Weigandt por la gastronomía nació por las comidas sabrosas y tradicionales que le preparaba su abuela materna en su infancia. “Ahí, en esas ollas prendidas por largas horas, empecé a formar mi paladar”, afirma.
“La cocina argentina es realmente elevada y eso me llena de orgullo”, Weigandt
En el año 2001, en plena crisis económica, Sebastián le planteó a su familia sus intenciones de estudiar gastronomía. Por entonces, ya era un joven experimentado en recetas que hacía para su entorno más cercano. Comenzó así la carrera en la escuela provincial Malvinas Argentinas y a los dos meses de ingresar, consiguió un trabajo que le permitió costear en adelante, sus estudios.
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“Lo primero que hice fueron viandas para una empresa, hasta que en el 2005 supe de la apertura de La Bourgogne en el Diplomatic Hotel de Mendoza, a cargo de Jean-Paul Bondoux. En ese momento presenté mi currículum y tuve la suerte de quedar seleccionado y formarme con este maestro y su equipo traído de Francia, que me dieron grandes herramientas y oportunidades para descubrir nuevos productos y técnicas”, comparte.
Más adelante trabajó en el restaurante de Bodega Los Toneles y fue responsable de las cocinas de las bodegas Renacer y Achaval Ferrer, ubicadas en Luján de Cuyo. Desde el año 2019 y luego de algunos viajes a España guiado por la curiosidad y el continuo aprendizaje, Sebastián Weigandt está a cargo de la propuesta de fine dining del restaurant Azafrán, a pocas cuadras de la Plaza Independencia en la Ciudad de Mendoza.
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“El fine dining está vinculado con todo, desde la selección de los ingredientes hasta el servicio y la atmósfera del lugar. Tiene que ver con la experiencia”, explica Weigandt. En este sentido, la propuesta de Azafrán está ligada, en su traducción al español, a la alta cocina. Este viaje por los sentidos apunta a generar un recuerdo perdurable donde lo que predomina es la calidad.
“El fine dining tiene que ver con la experiencia”, Weigandt
“Sin la materia prima que existe en Argentina no sería posible este nivel tan destacado, porque es toda una cadena de eslabones que deben funcionar. Para crear la carta de Azafrán seleccionamos productos de puntos remotos y tenemos vajilla de diseño, además de un equipo de camareros y cocineros súper capacitados y competentes”, asegura.
¿Cómo es la experiencia de comer en Azafrán? “Podés elegir entre dos opciones de menú a los que nos gusta entender como ¨viajes¨. Por un lado, está el Paseo por Mendoza: un recorrido en seis tiempos por rincones y productores de la provincia. Por otro, existe el Paseo por Argentina: una aventura en diez tiempos con ingredientes, sabores y texturas que nos identifican a nivel nacional”. Cada una de estas opciones cuenta con un maridaje de vinos especialmente diseñado por la sommelier Cami Torta.
Qué visitar en Mendoza, según el chef Sebastián Weigandt
Como referente de la cocina y fanático de los mercados, en una visita a Mendoza el chef Sebastián Weigandt invita a pasar por el Mercado Central, creado en 1883 y situado en la city.
Entre sus productos estelares figuran la algarroba, el tomate, la trucha y el chivo, aunque el abanico para generar platos lo desafía y encanta por igual. Apunta a recetas innovadoras y a técnicas de vanguardia. “La industria vitivinícola hizo que crezca la oferta de restaurantes y la capacidad gastronómica de Mendoza. El turismo llega fascinado por la geografía aunque también atraído por recorrer bodegas y comer en lugares increíbles”, expresa.