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La Bistecca
La Bistecca

Los mejores tenedores libres para combinar calidad y cantidad

Un clásico de los 90 que volvió con todo con la crisis. Parrilla, pastas, sushi y hasta restaurantes temáticos en la lista de los mejores.

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Los restaurantes se reinventan para ofrecer servicio de buffet libre y los tenedores libres se renuevan para ofrecer mejor calidad, además de la cantidad. La crisis siempre es una oportunidad para acomodar el modelo de negocio y llegar a nuevos clientes.

En esta lista buceamos entre los clásicos que ofrecen parrilla y pastas y las nuevas propuestas temáticas que se concentran en un tipo de gastronomía, como puede ser la peruana, sueca o italiana e incluso, alternativas de sushi y pescados varios. Acompañanos a conocer los mejores tenedores libres de Buenos Aires.

1. Club Sueco

Tal vez la opción más romántica y agradable que puede ser un tenedor libre. El Club Sueco es un viaje directo a Estocolmo. Ubicado dentro de un monasterio anglicano, con lindos jardines alrededor y con una estética anclada en el tiempo, la experiencia con la cocina nórdica es inmersiva.

El brunch, también conocido por su nombre sueco Smörgåsbord, se sirve los sábados y domingos y tiene toda la impronta de una cocina moldeada por los mares y el frío extremo de la zona. Vas a encontrar los clásicos como el gravlax -salmón marinado al estilo nórdico-, kottbullar (unas deliciosas albóndigas suecas de cerdo que hizo famosas la cadena Ikea), lachas o paté de hígado. Y dentro de los dulces, el arroz con leche conocido como ris.

El dato: a diferencia de los clásicos tenedores libres, acá la regla de etiqueta no es arrebatar el plato. Es mejor ir de a poco, el salmón no se acaba nunca.

Dónde: Azopardo 1428, San Telmo.

2. La Bistecca

Clásico de clásicos en materia de tenedores libres. La Bistecca es el lugar ideal para los amantes de las mezclas. Para quienes les encanta ver en su plato piezas de sushi, con una picadita y dos mollejas al verdeo. Hay que decirlo, la calidad de todo lo que sirven está por encima de la media. Solo es cuestión de gustos el mezclar o no.

La parrilla es lo más destacado del buffet, tienen todo tipos de carne. Lo mejor es organizarse antes, para saber qué comer de todo lo que hay y no llenarse con el pan que te traen al principio. El cubierto sale alrededor de $30.000. Ojo, no incluye la bebida. Chequear antes en la cuenta de Instagram del restaurante, los precios según el día.

El dato: la fuente de chocolate caliente gigante es la principal atracción. La foto que todos buscan, pero te recomendamos hacerla antes de empezar a comer. Así que, sentate cerca para sacarte la foto y seguir comiendo tranquilo, que luego hay que hacer fila.

Dónde: Alicia Moreau de Justo 1890, Puerto Madero.

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3. Asu Mare

Asu Mare, en una especie de lunfardo peruano, se refiere a una expresión similar a “Guaaau”. Y eso es lo que busca generar este restaurante en el comensal apenas cruza la puerta, una sensación de abundancia en sabores, olores y colores, bajo la mano del reconocido chef Dangelo De la Cruz.

Atención que hay tres sucursales, pero tenedor libre es solo la que está en el barrio del Abasto. Se suele llenar mucho, sobre todo por la colectividad peruana en Buenos Aires -eso por sí solo ya habla bien del lugar-. El cubierto, alrededor de $20.000 según el día.

Una buena servida tradicional es el plato 7 colores, que incluye: Arroz con pollo, Chanfainita, Fideos Rojos, Cevichito, Papa a la Huancainita, Canchita y Mote. Con esto ya vas a tener una muestra interesante de lo que se puede encontrar en el buffett.

El dato: Si es tu cumpleaños y llevás 3 personas o más, vos no pagás.

Dónde: Anchorena 429, Abasto.

4. Club del Progreso

Se trata de uno de los restaurantes más antiguos de la Ciudad de Buenos Aires. El edificio ya de por sí vale la pena conocerlo, perteneció a la familia Duhau y fue clave en la historia política argentina. El salón mantiene viva esa historia. Pero acá lo que importa es cómo se come.

En esta etapa, brinda un servicio de tenedor libre tan exuberante, que es la figurita buscada de todas esas cuentas de redes que ganan terreno en los algoritmos mostrando kilos de comida acumulada en una mesa.

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El Club del Progreso cumple con lo que promete. Su mozo emblemático, Marito, te recibe y da inicio a un auténtico bacanal. Las empanadas están muy logradas. Son la previa a una parrilla que tiene al vacío y al asado banderita como los cortes principales. Vas a comer mucho y muy bien. Para el final, guardar espacio para la degustación de postres.

El dato: la tortilla rellena con milanesa y cuatro huevos fritos. Es una bomba atómica que hay que probar alguna vez en la vida.

Dónde: Sarmiento 1334, Centro.

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5. María Fedele

Podría decirse que María Fedele es la versión italiana del Club del Progreso. También ubicado dentro de un edificio histórico en el centro porteño, pero esta vez dentro de la Associazione Nazionale Italiana. El salón ayuda a crear la atmósfera de estar en Calabria y acompañan unos músicos que caminan tocando canzonetas italianas.

Es un menú fijo que consta de antipasto, un plato de pastas y otro de carnes. Técnicamente, no es un tenedor libre tradicional, pero podés repetir las veces que quieras, si es que tenés aguante.

Solo la entrada tiene entre trece y catorce platos. Embutidos, prosciutto, mortadela con pistachos, pasta con salsa boscaiola, melanzane alla calabrese, ají relleno con ricotta di pecora, panes caseros, longaniza con pomodoro, y la lista sigue. Luego, ofrecen una pasta y un plato de carne, siempre decidido por el capricho del chef. El postre es una degustación de la casa donde sobresale el tiramisú.

El dato: si bien es conocido por su cena de cuatro pasos, podés repetir el plato que quieras. Es mucho mejor todo el antipasto que los pasos de pasta y carne. Vale la pena hacer foco en el primer paso si alguien en la mesa se quedó con ganas.

Dónde: Adolfo Alsina 1465, Centro.

6. Parrilla El Tano

Cruzando la General Paz, llegando a Wilde, se encuentra un clásico de zona sur que tiene nuevo local, luego de algunas internas familiares. Se trata de El Tano, un verdadero bacanal carnívoro. Hay que ir preparado y con hambre. Tal vez, no sea el mejor lugar para una cita romántica si es que se busca intimidad y tranquilidad. Acá se sabe como se empieza la noche, no como se termina. Suele armarse baile entre las mesas si el clima da.

La tira de asado que sirven es kilométrica y el vacío es una manteca. Matambre a la pizza y tortilla de papas con quesos son otros hitazos en el rubro de la cocina exagerada. Para quienes quieren descansar de la carne, también las pastas son libres. Los postres son otras bombas que vale la pena hacerse lugar para probarlas.

El dato: el servicio incluye mollejas, manjar de manjares, acordate de pedirlas si sos un fan, salen crocantes por fuera, tiernas por dentro.

El dato 2: en la zona hay dos parrillas El Tano, aparentemente por problemas internos se separaron. La original queda en Sarandí. La que se menciona en esta nota es la de Wilde.

Dónde: Av. Bartolomé Mitre 5735, Wilde.

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7. La Pescadería - Cocina de mar

La fantasía de muchos comensales es calcular cuántas piezas de sushi podrían comer si fuese libre. En La Pescadería podés hacer la prueba, el tema es que no sólo es una barra libre de rolls y nigiris. En la carta tienen, además, ceviche y tabla marina, que realmente valen la pena probar.

Incluso, tienen platos de cocina como Fish & Chips, croquetas de langostinos y buns de salmón y calamar que podrían ser una mejor opción ante el clásico sushi. Es que son pocos los restaurantes en la ciudad que se especializan en cocina de mar y sería una picardía gastarse toda una visita en un solo tipo de plato. La carta de postres trae clásicos peruanos como el tres leches y el suspiro limeño, pero chequear si lo incluye en el precio. El cubierto en el menú libre oscila en los $30.000.

El dato: en Buenos Aires es difícil conseguir buena pesca, tal vez podés aprovechar ir y pasar por su local y comprar pescados y mariscos ahí mismo o platos ya elaborados en su rotisería para llevar.

Dónde: Crisólogo Larralde 1716, Nuñez.

8. Pompeya Pizza Napoletana

A esta lista le faltaba un tenedor libre de pizza de calidad. Hasta hace poco en Palermo existía Scrocchia, que ofrecía la versión romana en formato libre, pero cerró y está por abrir en otro barrio. Para disfrutar de un buffet, habrá que ir hasta Ramos Mejía y, por el momento, solo los domingos.

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Pompeya ofrece pizza napolitana por $11.000 -valor vigente al momento de la publicación de la nota- y podés pedir la cantidad que quieras. El producto es de alta calidad, usan harina orgánica y horno a leña.

El dato: el hit de la casa es “La Deluxe con pesto y queso de cabra” y la versión más clásica es la de pepperoni. No hay que dejar de probar La Venecia con mortadela y pesto y la Verdolaga que es con jamón crudo.

Dónde: Alem 325, Ramos Mejia.

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9. El Boliche de Darío

La más popular de las parrillas libres. Se suele llenar, por eso abrieron la línea de reservas. Sin embargo, según las quejas en las redes, no atienden el teléfono de la cantidad de gente que llama. Ver para creer. Lo cierto es que El Boliche de Darío es un clásico de la zona oeste de la Ciudad de Buenos Aires. Tiene 3 sucursales.

Precios muy competitivos, al cierre de esta edición el cubierto estaba en $17.400 y aclara que es con ensaladas y papas fritas. El salón, como suelen ser las parrillas de este tipo, es muy ruidoso y el clima que se vive es de alegría y frenesí por las piezas de carne que no paran de salir.  Los postres, los clásicos de todo bodegón. Para ir con hambre y pocas pretensiones de pasar un momento tranquilo. Ideal para grupos de amigos celebrando algo, lo que sea.

El dato: El cubierto incluye molleja y chinchulines. Acordate de pedirlos si querés que lleguen a tu mesa.

Dónde: Av. Canónigo M.C. del corro 399, Floresta.

10. No mames wey

Para cerrar este listado salimos de lo que es un tenedor libre tradicional, pero mantenemos el espíritu de comer hasta donde se pueda. La cadena de cocina mexicana "No mames weysacó los martes y miércoles -por las dudas, chequear antes si cambia de día-  la posibilidad de probar todos los gustos de tacos, las veces que quieras.

Se pueden encontrar los clásicos de esta gastronomía Tex Mex como los tacos al pastor (carne de cerdo adobada), cochinita pibil (tradicional de Yucatán), tinga de pollo, carnitas, birria de ternera. Y para salir de los clásicos: el Taco Argento, hecho con vacío desmenuzado y uno Vegan que viene con berenjenas y morrones asados.

El dato: pedir la orden de tacos completa con el clásico trago Margarita en su versión Queen, que viene con una cerveza incrustada en la copa.

Dónde: Fitz Roy 1617, Palermo.

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