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Cuatro Perros 1 Livin
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Los mejores restaurantes de Buenos Aires para pedir “platitos”

Propuestas para aquellos que buscan picotear de todo un poco.

Escrito por: Pilar Tapia
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Estos lugares evitan que pases por el incómodo momento de tener que decidir por un solo plato, cuando la propuesta es tan tentadora, que probarías de todo un poco. ¿Y si me arrepiento? ¿Y si me “ensarto”? Bueno, en estos restaurantes porteños eso no te va a pasar, porque tienen la opción de “platitos” para pedir varios y sacarte las ganas. Andá a probar y después nos agradecés. Bah, le agradecés a la Guía Time Out de Restaurantes y Bares 2024, porque esta selección fue hecha a partir de spots recomendados por la publicación que tanto amamos - y nos facilita la existencia a los foodies de alma-. Comprala en este link.

1. Lardito

Pioneros en el rubro ya famoso de los platitos, Lardito (hermano menor de Lardo & Rosemary en Zona Norte) se despliega como un híbrido entre restaurante y vinoteca. Con un fuerte espíritu indie, logra una atmósfera tranquila y amable.

La carta es corta y cambia según la estación, pero siempre es contundente y busca llevar la alta cocina a la comida callejera y viceversa. Al tener un sistema de “small plates” el juego siempre combina sabores y texturas. Probar, disfrutar y pasar al siguiente. Las papas fritas triple cocción y el beef tataki con huevo por arriba son dos de sus platos icónicos. La experiencia cambia por completo si uno elige sentarse en la mesa larga, que divide con grandes jarrones con flores, a unos comensales de otros.

Dónde: Av. Jorge Newbery 3655, Chacarita.

2. Cuatro Perros Un livin

Cuatro Perros Un livin fue una de las aperturas más destacadas de 2024. Cuatro cocineros que llegaron de La Plata y conquistaron la escena foodie porteña. Entre ellos está el reconocido Santiago Palma, que pasó por cocinas como la de Mugaritz en el País Vasco antes de abrir varios locales en su ciudad natal. El local es para pocos comensales y tiene una energía vibrante, con una interacción muy cercana entre la cocina y el salón: es casi como ir a ver una obra de teatro, todo sucede a la vista.

También tienen un salón más tranquilo en la parte trasera, donde se guardan los vinos. Los buñuelos de verdura con crema de queso es uno de los hits dentro de sus platitos al igual que el ceviche de pesca blanca. Para los veggies, el puré de arvejas con lima, espárragos, brócolinos y una ensaladita de hierbas y habas, es un must-try.

Dónde: Cabrera 4723, Palermo.

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3. Yiyo

Yiyo tuvo muchas vidas en sus más de cien años de historia. La de almacén de ramos generales cuando esa parte de la ciudad, Parque Avellaneda, era casi campo. Luego tuvo su época de gloria como fábrica de encurtidos y fraccionadora de vinos entre los ‘40 y los ‘90, para luego ir cayendo en una lenta decadencia hasta que la nueva generación de la familia Zoppi lo rescató durante la pandemia.

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El lugar es mágico y muy auténtico, con sus estanterías llenas de etiquetas que ya no existen más, sus pisos originales y sus grandes ventanales que dan sobre avenida Eva Perón. Un túnel a otro tiempo con varios recovecos. La cocina es bien porteña. Pero como en esta nota los protagonistas son los platitos, te sugerimos ir por la fainacita crocante y la mini tortilla que sale con tomates o con salchicha parrillera.

Dónde: Eva Perón 4402, Parque Avellaneda.

4. Gordo Chanta

En Gordo Chanta entendieron de una por donde venía la mano y jugaron fuerte para no ser otra pizzería más que se abría en Buenos Aires para cuestionar el reinado de la pizza porteña.

Lograron convertirse en un lugar de culto impulsado por el universo de las redes sociales y el boca a boca. Pero lo que importa acá es el producto. Masa fermentada lentamente y de bordes generosos y mucha calidad en los ingredientes que siempre siguen el ritmo de la estación y el fomento de los pequeños productores. Para mostrar su polarización solo basta mencionar dos gustos de su carta: Pizza de papas a la huancaína y la de nduja, salsa de vodka y mascarpone.

Dicho esto y entendiendo que en esta nota estás buscando “platitos”, te contamos que tienen y varios. Nuestros favoritos son la tostada de pesca que es una tostada de maíz frita, con mayonesa de chipotle, palta, pesca del día y chili crisp. También, el Aguachile verde de langostinos con pepino y cebolla morada.

Dónde: Juan Ramírez de Velasco 1200, Villa Crespo.

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5. Citadino

Citadino es un lugar de los que no abundan en la Zona Sur de la Ciudad de Buenos Aires. Es un proyecto de amigos que nació en pandemia y se fue consolidando con el tiempo. Mesas en una vereda inundada por el sol: para sentir el ritmo sosegado de un barrio periférico y de casas bajas.

Es un restaurante diurno, con opciones de desayuno, almuerzo y merienda. Siempre hay un plato especial del día. Hay algo de espíritu porteño, pero también influencias de otras coordenadas del mundo: te podés encontrar con un curry entre sus platos. Milanesa con espinacas a la crema y papas pay, pollo frito, buñuelos.

Café espectacular –seleccionada por la barista y dueña Agustina Román– y buenos postres, babá napolitano o tiramisú con vainillas caseras.

¿Platitos? Por supuesto. Mbeju primavera - tortilla de fécula de mandioca y queso con tomates asados, kale y chauchas salteadas en aceite de sésamo, huevo de campo y pepino encurtido - es un hit al igual que Empanada de hongos frescos y de pino con queso que sale frita.

Dónde: Atuel 608, Parque Patricios.

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