1. Lardito


Los bares de vino vienen marcando tendencia desde hace tiempo, pero no son muchos los que ofrecen una propuesta gastronómica a la altura. Lardito es un espacio precioso en una casa chorizo reciclada con distintos ambientes en Chacarita: una mesa comunal larga llena de flores frescas adentro y un patio interno más íntimo a la luz de las velas.
La carta refleja la búsqueda por ofrecer platos diferentes y riquísimos con guiños a la cocina asiática, como su clásico tataki o sus baos. Las papas fritas no se quedan atrás: de triple cocción, crocantes por fuera y cremosas por dentro, terminadas con una sal de hierbas y acompañadas por alioli de remolacha, kétchup casero y una sriracha verde también hecha por ellos.
El dato: los sábados también abren al mediodía, el momento ideal para disfrutar los días lindos de verano en su hermosísimo patio, vermú en mano.
Dónde: Av. Jorge Newbery 3655, Chacarita.