1. Cantina Talleres


Milanesas gigantes, pastas caseras, empanadas bien mendocinas y un ambiente donde la tradición se mantiene viva. Ubicada dentro del Club Talleres Sport Club, en Godoy Cruz, esta cantina es un emblema barrial que resurgió con fuerza tras la salida de su anterior restaurante. Aunque está pensada principalmente para socios, sus puertas están abiertas a familias enteras que buscan platos abundantes y precios accesibles.
El espíritu de Andes Talleres Cantina se siente desde que uno cruza la puerta: un lugar que huele a comida casera, donde el bullicio de los comensales y el ir y venir de los mozos recuerdan a los bodegones de antaño. En su menú, las milanesas son un verdadero festín –según sus fieles clientes, pueden compartirse entre tres o cuatro personas–, pero también brillan las pastas, el asado y la tortilla de papas. Para los amantes de los sabores tradicionales, el menú del día siempre sorprende con opciones como locro, empanadas y postres caseros como budín de pan o flan.
El dato: sus empanadas tienen la fama de ser las mejores de Mendoza. Es tu turno de probarlas y descubrir si eso es verdad.
Dónde: Belgrano y Castellani, Godoy Cruz, Mendoza.