Tranqui, no te vas a despedir de Germán Martitegui en clave gourmet. Su último proyecto en Buenos Aires sigue siendo tan top como el primero, solo que de otra naturaleza. Te invitamos a descubrir su propuesta y lo que impulsa a cada uno de los platos de Marti. “Cocina actual”, así lo define la Guía Michelin cuando lo recomienda, y la verdad es que no puede haber una comida más conectada con la realidad que la vegetariana. Porque registra su entorno. Porque trae cuidados para vos y para el ecosistema.
Sin mesas y sin carne. Con responsabilidad y mucho sabor. El cocinero sorprende con un restaurante vegetariano autoral y de estación, que también incluye opciones veganas. Marti está dominado por una barra-cocina central, desde donde podés ver al equipo en acción.
Más que un restaurante, es una apuesta por el futuro de la comida
Así, Marti tomó la posta de Tegui, del fine dining que servía maravillas con carnes de caza a una experiencia vegetariana fuera de serie. De Palermo a Recoleta. De un barrio moderno a uno tradicional. De una secuencia de pasos a un menú holístico. Esta vez, el sueño de Germán es diferente: hacer una declaración de principios en una cocina que inspire a las nuevas generaciones.
Lo que tienen en común los hermanos Marti y Tegui es el formato speakeasy. Desde afuera no tenés la menor idea de toda la revolución que están craneando adentro. En Marti, tocás el timbre e ingresás al jardín interior de una elegante casona porteña. El local nos transmite la misma alegría que nos provoca estar outdoors, con su luminosidad y vitalidad.
Cada plato es un poema que puede llevar hasta 20 ingredientes. La frescura de los productos hace que todo cambie con la temporada, pero los hitazos quedan. Por ejemplo. el shawarma de hongos cocinado durante 6 horas, con setas que ellos mismos cultivan en el “hongario”: una comunidad de shitakes, gírgolas, enokis y el melena de león, ubicada al lado de la cava de vinos. Otro de los más solicitados es el soufflé de queso.
El finde hay brunch y es explosivo
Empezamos por pedirnos la tortilla de mandioca con ensalada de cherrys y frutillas; los porotos rancheros con plátano frito, quinoa y palta. Si te copan las arepas, la de Marti es suprema, viene con huevo, fermento de hongos y palta grillada. El omelette sale con pancake de semillas. Los cócteles le sientan super bien a estos platitos, le fuimos infiel al Bloody Mary: probamos Spritz de uvas verdes y mimosa de mandarina.
Si sos de los que van fijo a los panificados, el brioche con queso Lincoln y el roll de pistachos con queso azul y peras. Para los que desayunan dulce, hay yogurt de búfala con frutas y granola. ¿Te animás a probar el café de habas y coco? También podés ir por la golden milk y aprovechar esta clásica infusión ayurvédica para darle muchas propiedades a tu cuerpecito. Si estás en plan detox, el jugo de 7 verdes.
De noche, la comida empieza despacito: detenete en la sección de panes caseros con dips para untar porque la vas a pasar bomba. Galleta de semillas con cremoso de cajú; pan de cereales y semillas con cremoso de miso; pan de nuez con cremoso de girasol; chipa con manteca de hongos; brioche con manteca de especias. Luego, ceviche de hongos; tartar de remolacha; tortellini con parmesano y zucchini.
Si estás por la zona al mediodía, no te pierdas el menú ejecutivo. La entrada es salmorejo, albahaca y pan de aire o sopa thai, pera y nori. El principal, a elegir entre shawarma de otoño, hummus y almendras; mandioca a la parri, ananá y maní; poke, quinoa, nuggets; o gratín de espinaca, papa y huevo. De postre, primeros membrillos y cabra o choco tibio. Incluye agua y está alrededor de $32000 por persona.
El dato: los jueves de Late Dinner se re ponen en Marti. Vení a darlo todo en este ciclo que invita a los cocineros a poner música, a vos a bailar, y a los músicos a cocinar.¡Seguilos para enterarte cuándo es la próxima edición! Narda Lepes, Donato de Santis y Las chicas de la 3 ya pasaron por las bandejas e incendiaron la pista.
Dónde: Rodríguez Peña 1973.