10 libros para leer en vacaciones

Para los momentos de descanso, no pueden faltar los libros con tramas sencillas y llevaderas, que prometen entretenimiento asegurado. En “Los sorrentinos” (Sigilo, 2018), Virginia Higa sigue esta fórmula infalible al adentrarse, desde el humor y el costumbrismo en la historia de su familia, compuesta por inmigrantes italianos.

Pero estos protagonistas tienen una particularidad: son los creadores de los sorrentinos, una pasta que -dato curioso que pocos saben- nació en Mar del Plata. Así, los lectores accedemos al día a día de la familia Vespoli en su restaurante, una cotidianidad cargada de la pasión, la desmesura y la unión que caracterizan a la auténtica sangre italiana.

El dato: La Trattoria Napolitana Vespoli, donde nacieron los sorrentinos, mantiene sus puertas abiertas en Mar del Plata, en 3 de Febrero 3158.

En vacaciones, nada mejor que una novela con buen ritmo. Lucía Osorio es cineasta y le hace honor a su título: leer “Los fantasmas les tienen miedo a los perros” (Hexágono Editoras, 2024), su primer libro, se siente como ver una película.

Se trata de un relato oscuro y enigmático, donde dos hermanas guardan un secreto. Con el tiempo, lo oculto comienza a hacerse notar y a producir fricción dentro de un hogar violento y represivo. El mismo silencio de la casa se replica en la narración, que genera en el lector la sensación de estar viendo la historia a través de rendijas.

El dato: el libro, originalmente, iba a ser un guión de película, de ahí el impacto visual que tienen las palabras que lo componen.

Es posible viajar a los lugares más recónditos gracias a un libro y “Lost in translation” (Libros del Zorro Rojo, 2016) lo demuestra. Como bien describe en su tapa, se trata de “un compendio ilustrado de palabras intraducibles de todas partes del mundo”, ideal para llevar siempre encima y familiarizarse con el vocabulario de próximos destinos.

Ella Frances Sanders, la autora, reúne palabras tan diversas como “Komorebi”, con la que los japoneses nombran “la luz que se filtra a través de las hojas de los árboles”, o  “Pisanzapra”, que sirve a los malayos para expresar “el tiempo que tardás en comerte una banana”.

El dato: para quienes buscan libros ilustrados para adultos, Libros del Zorro Rojo ofrece, además de esta recomendación, un montón de opciones.

El policial es un género infaltable en vacaciones. En “Las manos del General” (La Pollera, 2024), Gonzalo Fassón toma un hecho real -la desaparición de las manos del expresidente Juan Domingo Perón- para crear una novela atrapante y vertiginosa en un ambiente muy porteño, con escenarios como las calles de Constitución y la barra de Los Inmortales.

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El cadáver de un NN con unas manos extrañas dispara una serie de muertes y desapariciones que llaman la atención del periodista Ricardo Moreno. El caso lo hace recuperar la pasión por su oficio al punto de poner su vida en peligro, entrometiéndose en hechos inconclusos de la historia y molestando a los personajes más oscuros. Esto no es un spoiler, simplemente un adelanto: la novela culmina con un epílogo fascinante.

El dato: “Las manos del General” fue finalista del Premio Clarín 2020 y ganadora entre 250 novelas de la convocatoria Mamotreto que organiza La Pollera.

Hay libros que son como viajes. En este caso, la travesía es de la mano Martín Felipe Castagnet, que en “Unos ojos recién inaugurados” (Vinilo, 2023) recuerda a Elsa, su abuela. El escritor habló, durante más de 15 años todas las noches con ella y, ahora que ya no está, reconstruye aquellas charlas para mantenerla presente.

El resultado es un retrato entrañable de una mujer con una personalidad muy particular y de un vínculo que funcionaba como “una amistad disfrazada por el parentesco”. Cualquiera que haya vivido la relación abuelo-nieto lo va a disfrutar.

El dato: una frase para tentar la lectura: “Y ahora, que su conversación ya no me acompaña cada noche, pienso en ese tesoro perdido salvo en mi memoria, aunque también está en mi personalidad, que es una de las formas de la memoria”.

De vacaciones, también son buenos compañeros aquellos libros que no requieren seguir una trama, como “Diosas mitológicas” (FERA, 2024), de Graciela Caprarulo. Además, es una opción ideal para quienes disfrutan aprender algo nuevo de una manera entretenida; en este caso, los arquetipos del sagrado femenino.

En un recorrido con ilustraciones alucinantes, la autora pasa por diversas culturas y pueblos y reconstruye los mitos detrás de más de veinte deidades, con sus luces y sus sombras. Así demuestra que “la civilización occidental no siempre tuvo una impronta tan patriarcal y masculinizante”.

El dato: para quienes les interese la temática esotérica, Fera cuenta con un interesante catálogo, que también incluye barajas de tarot y oráculos.

“Seda” (Anagrama, 1996), de Alessandro Baricco es un libro atrapante, más por su prosa que por su trama, que consiste en los viajes cotidianos de un hombre, desde Francia hasta Japón, en búsqueda de gusanos de seda en el siglo XIX.

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Podría ser una historia de amor -y lo es-, pero también es un relato sobre la nostalgia y el arrepentimiento porque el protagonista es “uno de esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla”.

El dato: este es uno de los libros más recomendados de Baricco y una gran introducción a su obra.

En 1978, en medio de la dictadura y tras meses de amenazas, Mercedes Sosa decidió recluirse en el exilio. En 1982, a pocas semanas de la Guerra de Malvinas, regresó para dar trece shows en el Teatro Ópera: un hecho cultural histórico que vale la pena invertir el tiempo libre en conocer.

Con prólogos de Teresa Parodi y Romina Zanellato, una extensa bibliografía y entrevistas a personas cercanas, celebridades y fanáticos, Facundo Arroyo reconstruye esa historia fascinante y emotiva en las páginas de “Y un millón de manos que me aplauden” (Gourmet musical, 2024).

El dato: Gourmet Musical es, como su nombre lo indica, una editorial especializada en música, por lo que cuenta con libros sobre una variedad inmensa de intérpretes, bandas y estilos.

Para quienes buscan una lectura que se sienta como una caricia, Eduardo Galeano es una alternativa siempre acertada. “El cazador de historias” (Siglo XXI, 2016) es su último libro: lo terminó de escribir un año antes de su muerte y se publicó de manera póstuma.

Más allá de disfrutar la magia de sus microrrelatos, en esta obra se puede acceder a la intimidad del autor uruguayo, mediante textos más personales en los que comparte su trayectoria, sus emociones frente a la escritura y su posición ante la muerte.

El dato: los textos de la última parte de “El cazador de historias” pertenecen, en realidad, a otro libro que Galeano dejó inconcluso. Lo había titulado “Garabatos”.

Este es el libro ideal para viajar a la infancia y sentirse protagonista. “Lo que tenga que ser” (Autopublicación, 2024) imita el formato de los icónicos “elige tu propia aventura”, en los cuales el lector decide el rumbo de la historia, a partir de ciertas opciones.

Clara Antonione, la autora, se propuso homenajear este tesoro de la niñez con una trama sencilla, sobre una mujer en sus 30. Narrada en segunda persona, la novela plantea decisiones tan cotidianas como ir a una fiesta o quedarse en casa. Aparentemente intrascendentes, estas elecciones tuercen por completo el destino de los personajes.

El dato: es el primer libro de Clara Antonione y solo se consigue en su página web, por lo que es una lectura muy original.