30 imperdibles en la Patagonia Argentina

Para este lugar tenemos una premisa irrefutable: “Las fotos nunca jamás le harán justicia”. Es un sitio que te va a dejar sin aliento (literalmente) no sólo por su belleza, sino porque hay que caminar 10 kilómetros para llegar. Pero te prometemos que vale eternamente la pena. Es lo más cerca que vas a poder estar del cerro Fitz Roy, uno de los más impresionantes y misteriosos del mundo. 

El dato: sugerimos visitar la Laguna Capri en el camino de regreso, para descansar y admirar la belleza del lugar.

Dónde: Parque Nacional Los Glaciares, El Chaltén, Santa Cruz.

Este imperdible te va a salir unos pocos pesos, pero va a requerir de un esfuerzo importante para dejar la cama antes que amanezca (con el frío que suele hacer en esta parte de la Patagonia). El día previo hace falta contratar un taxi que te lleve los 7 kilómetros que separan al Punto Panorámico sobre la RP 23, del centro del pueblo. Son solo unos minutos que no vas a olvidarte jamás: los 3 kilómetros de roca del Fitz Roy tiñéndose de violetas, naranjas, rojos mientras el sol asoma a tus espaldas. 

El dato: podés aprovechar y desayunar en Mathilda, un cafecito que está sobre la avenida principal del pueblo. Las tortas son la especialidad.

Dónde: Punto Panorámico de El Chaltén, sobre la RP 23, Santa Cruz.

Desde la Costanera hasta el centro pasando por la Laguna Nimez, son algunos de los lugares para visitar en la ciudad y que te recomendamos hacerlo en bicicleta. El tráfico es tranquilo, lo que permite ir a tu ritmo. 

El dato: hay que tener en cuenta que la ciudad tiene algunas subidas y bajadas, por lo que se debería gozar de buen estado físico. 

Dónde: hay varios lugares de alquiler de bicis en el centro de la ciudad.

Los “alguna vez en tu vida” también forman parte de esta lista y, sin dudas, conocer el glaciar Perito Moreno entra en esa categoría. Con la excursión del minitrekking -una de las más caras de este destino- vas a podés sentirte por unos minutos en otro planeta, donde estás rodeado literalmente de hielo, grietas y pequeñas lagunas. La caminata se hace con unos crampones y dura unas 2 horas. 

El dato: la travesía se corona con un trago de whisky on the rocks, con hielo del propio glaciar.

Dónde: inicia en el puerto “Bajo de las Sombras” dentro del Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz.

En una visita por El Calafate no puede faltar conocer el Perito Moreno, El Chaltén y alguna estancia patagónica. Se trata de un lugar que tiene más de 100 años de historia y que se encuentra dentro del Parque Nacional Los Glaciares. Podés visitar la estancia Nibepo Aike por el día, hacer una caminata, experimentar una demostración de esquila y probar un tradicional cordero patagónico. 

El dato: también podés alojarte en la estancia y hacer otras actividades, como navegación y cabalgatas de varios días.

Dónde: desde El Calafate, son 56 kilómetros por la RP 15, que es un camino de ripio.

No es exagerado si decimos que debe ser la cervecería con mejores vistas del país. Con una pinta en mano (para nosotros una Amber Lager, por favor) podés sentarte en una silla de madera, apoyar los pies en un tronco y contemplar las vistas a las montañas y al Lago Nahuel Huapi. Lo que parece rústico se transforma en el mejor lujo del mundo.

El dato: no perderse el recorrido por la microcervecería desde donde salen las diferentes variedades de Patagonia.

Dónde: KM 24.7 del Circuito Chico, Bariloche, Río Negro.

Para los que no tengan tantas ganas de caminar, también hay opciones. Para acceder, solo hay que hacer un trekking de media hora por un sendero con sombra y poca dificultad. Al llegar, hay que buscar una piedra cómoda y disfrutar del paisaje: uno de los brazos del Nahuel Huapi y el Cerro Capilla de fondo. 

El dato: te recomendamos llevar algo calentito para tomar.

Dónde: el sendero parte de Bahía López y es de unos 2 kilómetros.

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Es uno de los lugares que cuando los visitás te hacen sentir: “¡Pucha, qué lindo país es Argentina!”. En este paseo no importa el destino, sino el trayecto: tiene varias paradas con cascadas, caminatas, vistas panorámicas y lagos. 

El dato: recomendamos detenerse en el Mirador del Lago Espejo y el Mirador del Lago Correntoso. El color del agua te va a sorprender.

Dónde: por la Ruta 40 desde San Martín de los Andes a Villa La Angostura (o viceversa)

¿Una cascada imperdible del sur? Esta es una de ellas. Una hora en auto por la Ruta de los 7 Lagos y ¡a estirar las piernas! Para llegar hay que caminar unas 3 horas ida y vuelta aunque -sobre todo si hace calor- valen la pena para un chapuzón (en agua helada, por cierto). Son varias caídas de agua con pozones para refrescarse. 

El dato: la cascada no es secreta como muchos dicen. En verano suelen haber muchas familias con sillas y heladeritas.

Dónde: a 15 kilómetros del acceso a Villa Traful, por la Ruta de los 7 Lagos, Villa La Angostura.

Señalada por muchos como el “Caribe” patagónico, este lugar vale la pena ser visitado por el color turquesa de las aguas del Lago Lácar. Sin embargo, si la idea es estar en un lugar tranquilo, sin amontonamiento de gente, definitivamente no es la mejor opción. En los últimos años se hizo muy conocida y perdió esa intimidad que cuidan muchos destinos del sur argentino.

El dato: para ingresar hay cupo diario, por lo que te recomendamos ir temprano. Una vez dentro de la zona de Yuco, tenés 5 playitas para elegir. Te recomendamos caminar hasta la más lejana donde suele haber más lugar.

Dónde: Parque Nacional Lanín, Neuquén.

Tiene todo lo que una casa de té en la Patagonia debería tener: buena pastelería, estructura de madera con un hogar que arde en invierno y vistas panorámicas. En verano, se puede aprovechar el deck de madera para disfrutar de las vistas al lago Lácar. En la casa de té Arrayán tienen blends propios de té y la opción de disfrutar de la merienda con una canasta de picnic en medio del bosque. 

El dato: de camino, podés parar en el Mirador Arrayán y apreciar las vistas hacia San Martín de los Andes.

Dónde: Circuito Arrayán KM 4,5, San Martín de los Andes, Neuquén.

Es un “balcón natural” que se asoma por encima del Lago Lácar. Para llegar hay que tomar un camino de tierra que se adentra en una pequeña comunidad mapuche. Hay un estacionamiento para dejar el auto y caminar hasta el mirador. El camino no está muy bien señalizado, pero se llega. Son unos minutos. 

El dato: cerca del mirador hay una playa oculta, Playa Bonita, a la que suelen llegar los locales. Está dentro de un camping que tiene proveeduría y baños.

Dónde: se accede por el camino de Paso Hua Hum, San Martín de los Andes.

Es un fenómeno único en el continente: se ven cipreses de 30 metros sumergidos en un lago turquesa y cristalino. ¿La explicación? Es un movimiento de la Tierra que se dió en la década del 60. Se hace con una navegación de un poco más de una hora desde Villa Traful. 

El dato: si se visita en verano, se puede pasar todo el día en una playa 100% virgen del otro lado del lago. 

Dónde: las excursiones salen de Marinas Puerto Traful.

Después del paseo para conocer el bosque sumergido, una buena opción, en caso de que haga calor, es pasar el día en La Puntilla. Es una de las playas más conocidas del lugar y una de las más transparentes del sur argentino. Es importante que sepas que es una playa de piedras, así que recomendamos llevar algún calzado cómodo y algo para tomar o comer. 

El dato: en la playa no hay infraestructura, por lo que hay que comprar provisiones en el pueblo.

Dónde: está a unos 2 kilómetros del centro, a la derecha de la RP 65.

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La Ruta de los 7 Lagos tiene varias paradas, pero hay algunas que son imperdibles como la del Río Correntoso. Se trata de unos de los más cortos del mundo y conecta el Lago Correntoso con el Nahuel Huapi. Hasta el año pasado, existía un puente de madera que cruzaba el río y se podía mirar hacia ambos lados. Hoy el lugar está en restauración. Sin embargo, el color verde esmeralda del agua y las postales de los lagos merecen, al menos, una parada para admirarlos. 

El dato: el lago Correntoso tiene un balneario justo debajo del puente para disfrutar en verano o simplemente frenar y apreciar el paisaje.

Dónde: sobre la RN 40, a 5 km de Villa La Angostura, Neuquén.

Hay varias Patagonias en Argentina: la rústica, la de la naturaleza, la rutera, la gastronómica, y también la de lujo. El Llao Llao es uno de los hoteles más exclusivos y tradicionales del país, al que creemos que hay que entrar, al menos una vez en la vida. Para eso podés reservar la experiencia “Té en el Llao Llao” y conocerlo. Su arquitectura, de troncos de ciprés creada por Alejandro Bustillo, justifica la visita. 

El dato: el Winter Garden, donde se sirve el té, tiene unas vistas impactantes del Lago Nahuel Huapi y el Cerro Tronador.

Dónde: Av. Ezequiel Bustillo, KM. 25, Bariloche.

La ciudad tiene una gran oferta gastronómica, pero Jabalí es ideal para disfrutar de su patio-jardín en verano. Se trata de un espacio rodeado de árboles, con montañas de fondo y música con onda. Tiene varios murales de artistas locales y es autoservicio: vas a la barra, pedís tu bebida y comida y la llevás a tu mesa. 

El dato: suele haber dj o música en vivo y los jóvenes se quedan varias horas más, después que anochece.

Dónde: Obeid 237, San Martín de los Andes

Si te gusta la cocina de autor o querés darte un gustito alguna noche en San Martín de los Andes, Casa Chola es una buena opción. Se trata de un lugar con cocina de autor en pleno centro. Solo abre de noche y tiene unas pocas mesas, también es una buena opción para una salida de cócteles. 

El dato: recomendamos pedir el risotto de hongos. Es una delicia.

Dónde: Belgrano 717, San Martín de los Andes.

Maleza es un lugar fresco, desestructurado y con vistas al Lago Nahuel Huapi. Tiene espacios dentro y al aire libre, para que puedas visitarlo en cualquier momento del año y con cualquier clima. Llegás, ocupás una mesa y te acercás al mostrador a pedir tu comida. Cuando está lista, la retirás y disfrutás en tu lugar. Es pet-friendly y funciona sin reservas, así que te recomendamos ir temprano. 

El dato: recomendamos pedir la ensalada Mollé con frambuesas y huevo poché.

Dónde: 12 de octubre 785, Bariloche.

Es uno de los únicos lugares con una vista 360° de montañas, lagos y bosques. Es como tener, frente a los ojos, un mapa de la zona de los lagos impreso en los colores más radiantes. El ascenso se hace por aerosilla en unos 7 minutos y, una vez en lo alto, se puede disfrutar de un café con ese mismo paisaje de fondo. 

El dato: desde allí también se puede apreciar el Hotel Llao Llao, perdido en medio de la panorámica.

Dónde: Av. Bustillo, KM 17 y medio, Bariloche.

Bariloche tiene un circuito de cervecerías amplísimo con opciones variadas y buenas. Gilbert es una cervecería familiar con un proceso de elaboración artesanal, ubicada en un viejo establo de 1930 rodeado de bosques, lo que le da una onda rústica y hogareña. Las paredes de Gilbert están repletas de objetos antiguos y en la carta se pueden encontrar platos tradicionales y abundantes.

El dato: la puerta del baño tiene una colección infinita de posavasos de todo el mundo.

Dónde: Km 24 Circuito Chico, Bariloche.

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Manush es otra de las cervecerías clásicas de la ciudad. En una de las esquinas más céntricas de Bariloche, se encuentra este pub estilo inglés donde se sirven diferentes variedades de cervezas y platos rápidos, con las hamburguesas como protagonistas. Todas salen con pan brioche y papas bien crocantes. 

El dato: en la entrada del pub venden merchandising de la marca, ideal para llevarse de souvenir.

Dónde: esquina de Neumeyer y Morales, Bariloche.

Está a 120 kilómetros hacia el sur de Bariloche y es una linda opción para hacer una escapadita. Te recomendamos visitar La Alazana, la primera destilería de whisky de malta de la Argentina. También, Laberinto Patagonia, el laberinto vegetal más grande del país y la Feria Regional de Artesanos, popular en la zona por su variedad. 

El dato: te recomendamos probar los helados artesanales de Jauja. Si bien tiene sucursales en otras ciudades, es originaria de este lugar y ofrece sabores originales con ingredientes de la zona.

Dónde: desde Bariloche se llega por la RN 40.

Es una de las tradiciones que se mantienen y que se difunden a los turistas que llegan hasta Colonia Suiza para conocerla. Se trata de cocinar carnes y verduras bajo tierra sobre piedras calientes y tapadas con hojas de maqui. Se compra por porciones y se sirve en unas bandejas de papel metálico. Los sabores son bien ahumados. 

El dato: mientras cocinan, demora unas tres horas, se puede recorrer el pueblito de calles de tierra y pequeños negocios donde se venden artesanías.

Dónde: está a unos 25 km al oeste de Bariloche por la Av. Ezequiel Bustillo.

Es uno de los trekkings clásicos de la Patagonia, aunque no uno de los más accesibles. Tiene unas 3 horas de duración (sólo ida) y su principal atractivo son los piletones de agua cristalina que se forman en el Río Azul. La caminata es de una dificultad media y atraviesa bosques, puentes colgantes y senderos empinados. 

El dato: en verano, muchos visitantes aprovechan para darse un chapuzón, aunque el agua es bastante fría.

Dónde: la caminata parte de la Estancia Wharton, en El Bolsón.

Una de las actividades más lindas para hacer en la Patagonia Argentina es navegar por sus lagos. Este paseo parte de Puerto Pañuelo en Bariloche y navega una hora por el Lago Nahuel Huapi. El desembarco es en la Península de Quetrihue en donde se camina por un bosque de arrayanes milenarios. Al finalizar el paseo, se llega a Isla Victoria donde se podrán ver pinturas rupestres.

El dato: es el lugar donde se ve mayor cantidad de ejemplares de arrayanes, incluso más que en el propio Bosque de Arrayanes.

Dónde: la excursión parte de Puerto Pañuelo, en la Península del Llao Llao, Bariloche.

Es uno de los paseos clásicos de la ciudad. Se puede hacer en bicicleta, caminando o en auto. Son 60 kilómetros desde el centro y une desde cerros y playitas, hasta miradores. En el km 40, te recomendamos parar en el Punto Panorámico, una de las vistas más lindas de todo el circuito.

El dato: en el km 34, nace un sendero que lleva a un pequeño cementerio que homenajea a montañistas que murieron en expediciones.

Dónde: comienza en la Av. Bustillo hacia el oeste desde el centro de Bariloche.

La palabra “edén”, sin dudas, debe haber surgido para describir un lugar como Casa Cassis. Se trata de un comedor con varias mesas, en medio de un bosque donde todos los ingredientes que llegan al plato salen de la huerta orgánica. Es el punto geográfico donde nacen los famosos vinagres y dressings Muller & Wolf que podrás encontrarlos en las entradas y postres de este lugar. 

El dato: el restaurante tiene su propia huerta y hasta su propia bodega de vinagres y dressings. Todo se puede recorrer antes o después de la comida.

Dónde: RP 82, KM 6 y medio, Lago Gutiérrez, Peñón de Arelauquen, Bariloche.

Es el plan ideal para hacer con chicos (o con adultos que quieran divertirse como chicos). Se trata de una pista de patinaje sobre hielo ubicada dentro de una de las mejores chocolaterías de Bariloche, RapaNui. También, es una buena opción para merendar, tomar un helado o probar algunos de sus chocolates. 

El dato: en la carta sirven fondue de chocolate, ideal para disfrutar en invierno.

Dónde: Mitre 202, Bariloche.

Es la montaña más alta de Bariloche y funciona como frontera con Chile. Todo el camino es un espectáculo: la cascada Los Alerces, la isla Corazón, los diferentes miradores y al glaciar Ventisquero Negro coronado por una laguna color turquesa. El camino es complicado por los precipicios, por lo que recomendamos hacerlo con una visita guiada.

El dato: no dejes de tomar un chocolate caliente con crema en la confitería que está antes del ingreso al sendero a la cascada.

Dónde: tomando la RN 40 hacia el sur por 225 km.