La simpleza es parte de la identidad de este lugar: en Perú 159, frente a la Legislatura Porteña, D’Oro Italian Bar, recibe a los comensales con un toldo negro y una vidriera bien iluminada. Una vez dentro, el ADN se muestra claro desde el primer momento: un restaurante con recetas 100% italianas en pleno barrio de Monserrat.
Detrás del mostrador hay una familia: los D’Oro. Claudio, quien inició el proyecto junto a su hermano y hoy es el CEO de la empresa y encargado de optimización y el desarrollo futuro, y sus hijos: Leandro, quien es General Manager; y Francesca y Florencia, que se desempeñan en diferentes áreas. Los tres forman parte de la sociedad y están al frente de la operatividad diaria de este sueño que se concretó allá por 1999, pero que se empezó a gestar mucho tiempo antes.
Claudio emigró a los 21 años a Roma, en donde trabajó en diferentes cocinas y se sumergió en el ADN italiano que, años más tarde, sería la columna vertebral de su proyecto gastronómico. “Me ayudó a entender la cultura de la cocina italiana y me dió herramientas para poder jugar sin transgredir esa identidad. Si no conocés la idiosincrasia de algo, quizás por querer ponerle algo de impronta, lo podés distorsionar”, nos explica Claudio, quien pasó seis años en el país europeo trabajando y, sobre todo, aprendiendo.
La personalidad italiana está presente en cada rincón del lugar y tiene su punto más álgido en el menú. Por ejemplo en los Spaghetti nero mare e vermouth, que es una pasta larga con tinta de calamar con langostinos y chipirones, desglasado con vermouth italiano; o en los Fetuccini ragú di manzo, una pasta fresca con salsa pomodoro, carne desmenuzada y carne picada premium.
“La elaboración de la cocina italiana tiene que ser simple. La frescura y la calidad la obtenemos en base a la materia prima, que tratamos que siempre sea la mejor”, agrega el empresario quien, antes de D’Oro, abrió Gino, un restaurante italiano en homenaje a su padre. Era una “spaguetteria” que funcionó muy bien hasta que, junto a su hermano, decidieron venderla.
La elaboración de la cocina italiana tiene que ser simple
D’Oro Italian Bar, un emblema de la Ciudad
La frescura de cada ingrediente, las recetas simples minuciosamente ejecutadas y la calidez de un servicio perfectamente cronometrado, son los pilares que mantienen a D’Oro con una vigencia de más de 25 años en los paladares porteños.
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Este resultado que hoy se ve en cada mesa, Claudio lo atribuye a la “escuela” que obtuvo en Italia.“Allá son muy obsesivos con el trabajo. No había premios consuelo ni flores por el trabajo de todos los días. Te premiaban por hacer cosas, por pensar, por evolucionar, por seguirles el ritmo”, detalla y cuenta que volvió con ese chip que incorporó de alguna manera a D’Oro.
También a la otra mitad del ADN de D’Oro que se formó cuando comenzó a emprender en Argentina y se perfeccionó cuando, en 2011, viajó a Miami y abrió D’oro Caffe & Market, un café gourmet que hoy continúa funcionando. “El profesionalismo relacionado a los recursos humanos, a la organización interna, a poner objetivos por área y que haya retribución si se cumplen, lo aprendí en Estados Unidos”, afirmó.
Pastas italianas y ahora, ¡vinos!
El próximo proyecto para D’Oro ya está en marcha: tener vinos italianos de diferentes regiones en su carta. “La idea es que nuestros clientes puedan probarlos en el restaurante. Es algo nuevo para nosotros”, comentó Claudio quien hace unos meses que se encuentra recorriendo diferentes regiones del país, conociendo proyectos y productores.
La idea es que nuestros clientes puedan probar los vinos en el restaurante
Dónde: Perú 159, CABA. Lunes, de 9 a 16; de martes a viernes de 9 a 00; sábados de 12 a 00 y domingos de 12 a 16 horas. Reservas en este link.