1. Panchitos del Sol


En el corazón del microcentro porteño, Los Panchitos del Sol es mucho más que una panchería: es un ritual. Escondido al fondo de la Galería del Sol, este clásico del almuerzo rápido convoca a oficinistas nostálgicos, turistas curiosos y fieles de la salchicha alemana. El secreto de su fama no está solo en el pan calentito o en la mostaza casera con receta secreta, sino en la mística del lugar: barra de madera, fotos vintage y esa sensación de estar entrando a una cápsula del tiempo. Fundado en 1955, batió récords de panchos vendidos y supo ganarse un lugar en la memoria colectiva. Hay quienes vienen desde chicos y ahora traen a sus nietos. Porque un buen pancho, hecho con amor y tradición, no se olvida. Y si es en Panchitos del Sol, menos.
Dónde: Florida 860, Microcentro.