Al fresco dining: dónde comer al aire libre en Buenos Aires

En Devoto, el nuevo polo gastronómico de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra Ávito, un spot que vale la pena visitar en cualquier momento, pero especialmente durante el día. 

Una de las características que hace único a este bistró & café es que se emplaza en un exconvento de monjas. Por lo tanto, su ambientación combina objetos antiquísimos y detalles de diseño moderno y sus techos altos y grandes ventanales dejan pasar la luz natural, ofreciendo un atractivo juego de luces y sombras. 

Al frente del local, las mesitas del deck invitan a disfrutar al aire libre de la comida y del movimiento tranquilo del barrio. Entre pérgolas y cortinas etéreas que protegen del sol y le dan un toque único al espacio, se pueden compartir desde laminados, cookies y budines artesanales con café de especialidad hasta platitos de estación con un rico cocktail. 

El dato: en la semana también tienen un menú ejecutivo por solo $17.500 con plato principal, postre y bebida.

Dónde: Pareja 3670, Devoto.

La Ciudad de Buenos Aires ofrece cada vez más alternativas de cocina asiática - por suerte - y una de nuestras favoritas es Cang Tin que te va a trasladar sin escalas a los típicos mercados de Vietnam. 

Su ubicación estratégica, donde la calle Dorrego se cruza con las vías del tren, enfatiza esta sensación de puesto callejero y la vereda es muy elegida por sus mesitas bajas de muchos colores y sus gradas para comer en modo descontracturado. Desde allí se puede ver el salón cargado de colores vivos, luces LED, plantas naturales y flores frescas. 

¿Qué comer en Cang Tin? Platos tradicionales de Vietnam y Tailandia con muchas opciones pensadas para comer con las manos y compartir entre varios. Los sabores dulces, picantes y ácidos, propios de estas cocinas, se fusionan en preparaciones infaltables como los nems fritos de cerdo u hongos, los summer rolls de trucha, el satay de pollo y el calamar a la parrilla.

El dato: de postre pedir el cheesecake japonés.

Dónde: Dorrego 2415, Palermo.

La nueva sede de Soler Vino Pizza está en una antigua casona de Villa Crespo que cuenta con un pequeño patio al aire libre y una gran terraza a cielo abierto.

El plan para este verano es reunirse a degustar su cuidada selección de vinos naturales y acompañarlos con pizzas tipo tonda romana al horno de leña. Además, todos los domingos desde las 19 horas proponen el ciclo Terraza Vermouthera para hacer el típico “domingazo” con DJ en vivo y vermouths a precio promocional. La idea es sentarse en reposeras playeras y ver el atardecer entre charlas, escuchando buena música y bebiendo algo rico.

El dato: la pizza Stracciatella con salsa de tomate italiano, stracciatella, ajo confitado y albahaca es un camino de ida.

Dónde: Darwin 995, Villa Crespo.

La esquina de Condarco en el barrio de Chacarita, el más cool de Buenos Aires según Time Out Travel, ya es un clásico punto de encuentro de quienes buscan una experiencia relajada con muy buena gastronomía a precios amigables. un combo difícil de rechazar, ¿verdad?

Al caer el sol, este lugar de estética clásica y contemporánea propone platos pequeños y medianos para acompañar con vermut y vinos muy bien elegidos.La vereda es amplia y tranquila con una gran cantidad de mesitas de hierro que se reparten en la ochava y ambos laterales. Es el espacio preferido en esta época, especialmente por grupos de amigos/as que con sus charlas generan un clima animado e informal.

El dato: imposible irse sin probar la tortilla de papas bien cremosa y el repollo finito con furikake. Dos hits.

Dónde: Av. Dorrego 901, Chacarita.