Muchas veces, el mundo se divide en dos: blanco o negro, amargo o dulce, con alcohol o sin alcohol. Si bien es parte de la realidad y de las “grietas” con las que convivimos, hoy queremos dejar una de lado y es la que tiene que ver -y que divide- a los amantes de la cerveza: ¿cómo servir cerveza correctamente? ¿Es con o sin espuma?
Por si no lo sabías, la espuma es un componente básico para conservar el aroma y el sabor de la cerveza. Así es, la espuma es fundamental para disfrutar mejor de tu Imperial, independientemente de la variedad que sea. Esta pequeña capa blanca es resultado del dióxido de carbono que libera la bebida que se forma a partir de la fermentación y que la protege del oxígeno externo.
Una espuma para cada estilo
El estilo de cada cerveza y su graduación alcohólica determinan las características que tendrá cada espuma.
Por ejemplo:
- una Imperial Stout tendrá una capa más bien cremosa con burbujas finas y compactas,
- mientras que una Imperial IPA se mostrará con una superficie más densa por su mayor cantidad de gas,
- una Imperial Extra Lager se caracterizará por su espuma bien blanca que suele desaparecer rápidamente y una Imperial APA por su consistencia y persistencia.
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Otra característica a tener en cuenta es el color de la espuma, siendo blanca para los dos últimos estilos, tono ocre para la primera y un color caramelo para la Imperial Roja. Si alguna de estas características no se cumple, puede ser que la tirada no haya sido buena.
¿Cómo servir una cerveza Imperial correctamente?
- Inclinar el vaso a 45 grados, suavemente. Una vez que ya tenemos dos tercios de la copa llena, hay que volverla a su posición vertical.
- Dejar dos dedos de espuma y esperar a que se forme una vez servida.
- La temperatura debe ser entre 2 y 16 grados ya que más fría o más caliente no mostrará sus cualidades.
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Si te dieron ganas de desafiar a tus amigos, te recomendamos entrar a Datazo -la plataforma de recomendaciones gastronómicas de Imperial-, elegir los lugares que tienen 2X1 en cerveza e invitarlos a ver quién logra la mejor espuma. También, podés incentivarlos a probar nuevos maridajes, como el de postres y una Imperial Cream Stout.
Entonces, ¿con o sin espuma? ¡Siempre con! Es como la famosa “frutillita del postre”: no sólo queda linda estéticamente para las fotos, sino que está ahí para que la experiencia de tomar una cerveza sea más disfrutable.