1. Parque Avellaneda
Divide a la Ciudad en dos y es un baúl de tesoros. Con calles irregulares, diagonales, casas antiguas, complejos de torres, bodegones, diversas comunidades instaladas, parques y plazoletas, que hacen de esta zona una experiencia muy pintoresca y rica en cultura e historia.
Aloja al tercer pulmón verde más grande de la Ciudad: el Parque Dr Nicolás Avellaneda. Sus 30 hectáreas de superficie cuentan con una amplia variedad de flora y con 25 especies de aves que lo frecuentan, aún así lo más interesante de este parque es su valor cultural. Allí se conserva la Casona “Los Olivera”, una casa de chacra durante el siglo XIX que es el único casco de estancia que existe hoy en nuestra ciudad. Funciona como un centro de arte contemporáneo y fue apenas restaurada para conservar su fachada. En la inmensidad de este parque también podemos encontrar una pista de atletismo (en el Polideportivo Avellaneda) y hasta con el primer natatorio que existió. Un viaje en el tiempo que culmina con el viejo hasta con un tambo que hoy funciona como un espacio cultural llamado Chacra de los Remedios.
El dato: te recomendamos almorzar en Yiyo el Zeneize, un bodegón con platos variados y exquisitos en una zona descentralizada que parece un museo.
Dónde: Av. Eva Perón 4402, Yiyo el Zeneize; Av. Directorio y Lacarra, Espacio Cultural Chacra de los Remedios.