En Estados Unidos, sobre todo en Nueva York y en San Francisco, tienen un nuevo 'hit', una nueva actividad que atrae todas las miradas. Un fenómeno que no sabemos si será temporal, pero que acumula público y menciones en las redes sociales. Son las 'pop-up exhibitions', o experiencias inmersivas, aunque quizás le deberían cambiar el nombre por experiencias instagrameables. Se trata de exhibiciones temporales pensadas para que la gente lo pase bien, experimente cosas nuevas, interactúe con los objetos presentados pero, siendo honestos, son pequeños museos cargados de rincones y decorados donde hacerse fotos y petarlo en las redes sociales. Hasta finales de año y principios de 2019, en Nueva York hay una decena de estas pop-up con todo tipo de temáticas.
Barcelona es la primera ciudad europea en acoger una de estas pop-up. 'Colorama' estará hasta el 15 de diciembre en la Galería Comas –en los Jardinets de Gràcia– y quiere que salgamos de allí cargados de buen rollo, optimismo, con una sonrisa de oreja a oreja y, por qué no, con un montón de fotos nuevas en la galería del móvil. Son 10 habitaciones que quieren despertar los cinco sentidos con temáticas divertidas, que invitan a jugar, a tocar todo y dejarse llevar. Por ejemplo, una habitación con nubes rosas que parecen de algodón y –¡oh, sí!– donde podréis comeros un algodón de azúcar recién hecho; otra selvática con un columpio, burbujas y golosinas; un homenaje a Barcelona con neones y grafitis; un pequeño campo de fútbol donde podéis jugar y la joya de la corona, una más que decente piscina de bolas donde los adultos podemos hacer un poco el tonto.